El verano ha traído más que sol y mar para los príncipes de Gales. El príncipe Guillermo y Kate Middleton, junto a sus hijos George, Charlotte y Louis, disfrutan actualmente de unas lujosas vacaciones en la isla griega de Cefalonia. Sin embargo, el descanso podría tener un trasfondo más estratégico que recreativo: fuentes cercanas aseguran que la pareja estaría evaluando abandonar su actual residencia, Adelaide Cottage, al regresar al Reino Unido.

Mientras navegan por el mar Jónico a bordo de un superyate prestado por Abdullah bin Zayed Al Nahyan, ministro de Asuntos Exteriores de Emiratos Árabes Unidos, y visitan enclaves tan exclusivos como el lago Melissani y el monasterio de Kipoureon, los rumores sobre una inminente mudanza se intensifican. Al parecer, la vivienda ubicada en los terrenos del castillo de Windsor ha quedado pequeña para las crecientes necesidades de la pareja real. La propiedad, que cuenta únicamente con cuatro dormitorios, fue elegida en 2022 como una solución temporal y discreta tras su salida del Palacio de Kensington.

Fort Belvedere: el posible nuevo refugio secreto de los príncipes de Gales

Fuentes consultadas por el Daily Mail aseguran que Guillermo y Kate "se sienten un poco apretados" en Adelaide Cottage y están convencidos de que "necesitan un lugar más amplio” para criar a sus hijos. En ese contexto, Fort Belvedere resurge como la opción más deseada. Esta majestuosa mansión de estilo neogótico, situada en el Gran Parque de Windsor, ha sido desde hace años una de las propiedades predilectas del matrimonio.

Con más de 24 hectáreas de terreno, ocho habitaciones, piscina al aire libre, pista de tenis y múltiples casas para el personal, la fortaleza parece cumplir con todos los requisitos de comodidad, privacidad y seguridad que exigen sus ocupantes. Además, según revelan allegados al entorno familiar, la princesa Charlotte estaría entusiasmada con la idea, ya que podría practicar tenis —su deporte favorito— en un entorno completamente aislado. El aspecto histórico tampoco es menor. Fort Belvedere, más conocido como ‘El Fuerte’, fue el escenario de uno de los capítulos más escandalosos de la monarquía británica: la abdicación de Eduardo VIII en 1936 para casarse con Wallis Simpson. Un dato que, lejos de ser casual, añade un aura de misterio y simbolismo a esta posible elección.

Royal Lodge y otras opciones sobre la mesa

Además de Fort Belvedere, los príncipes de Gales habrían vuelto a considerar Royal Lodge, la imponente mansión que actualmente ocupa el príncipe Andrés, hermano del rey Carlos III. Esta majestuosa mansión de 30 habitaciones ha estado en el centro de la atención mediática, no solo por su tamaño y prestigio, sino también por los problemas que la rodean. La situación se ha vuelto aún más complicada debido a las dificultades financieras del duque de York y los cuestionamientos legales derivados de su presunta implicación en el caso Epstein. Sin embargo, la negativa del duque de York a abandonar la residencia ha congelado cualquier intento de negociación, por más insistencias que provengan de la mismísima Corona.

Otra opción descartada es la de trasladarse a una de las alas del castillo de Windsor. Aunque fue considerada en su momento, especialmente durante el deterioro de salud de Isabel II, hoy en día ese escenario ha perdido vigencia. Por ahora, el matrimonio real no tomará ninguna decisión precipitada. Según fuentes cercanas, los príncipes de Gales se encuentran evaluando todas las opciones con serenidad, y no tienen intención de hacer movimientos sin una planificación minuciosa.