Harry siempre ha sido quien se ha llevado la peor imagen, Casa Real británica siempre ha protegido al príncipe Guillermo porque sería el sucesor de Carlos III y quien heredaría el trono. Sin embargo, quienes conocen a los dos hermanos pelirrojos bien de cerca asegura que la historia es muy diferente. Cuando eran pequeños, el más travieso de los dos era Harry. En la infancia era algo divertido y anecdótico, pero en la adolescencia se volvió en un problema. Mientras tanto Carlos III cuidaba a Guillermo porque sabía que sería su descendiente, poco a poco se iba acercando al trono.
Siempre se ha mostrado la mejor faceta de Guillermo, pero la realidad es muy distinta. En una revista francesa han mostrado en esta ocasión la peor cara. Hablan de “repentinos ataques de ira”, explicándolas como las que suelen tener los niños pequeños cuando no consiguen lo que desean: “Si las cosas no son como él quiere, se enfada y el cabreo puede durarle horas”, asegura una fuente consultada por el medio francés.
El príncipe Guillermo era muy travieso, más que Harry
Dicen que es por culpa de la educación que ha recibido. Siempre se lo han dado todo hecho, con personas a su servicio para todo. Ha tenido una vida muy fácil. Cumplían cada una de sus demandas. Recuerdan cómo disparaba con su pistola de agua a todo aquel que se encontraba por su camino dentro de las estancias de palacio, empapando al personal. También iba montado por los pasillos de palacio en un coche teledirigido de la marca Jaguar con el que destrozaba muebles y obras de arte de un gran valor histórico.
Según Paris Match, los trabajadores de palacio apodaron al príncipe Guillermo como “El terrible”. De pequeño le apuntaron a una guardería con otros niños de otras clases para que interactuase y viese que no todo es un regalo. Querían conseguir que rebajase su nivel de exigencia. Fue complicado adaptarse, pero estuvo tres años: “El príncipe perseguía a sus compañeros en el patio amenazándolos con mandarles a los guardias de palacio porque “mi abuela es la verdadera reina””, gritaba.
“Guillermo es un niño mimado por el que siempre han hecho todo los demás, aun así, es menos mimado que su padre”, sentencias desde ‘Paris Match’. El experto en libros sobre la familia real británica destaca que “el príncipe Guillermo tiene rabietas y se irrita si las cosas no se hacen a su gusto”. Igual que sostiene Ian Pelham: “Es imposible trabajar con él, es inagotable su afán por triunfar y tiene intolerancia por todo aquel a quien considera necio”.
