Nuevo capítulo del culebrón real británico. Y esta vez, el protagonista vuelve a ser el príncipe Harry, que no se muerde la lengua ni aunque tiemble el Palacio de Buckingham. Según fuentes cercanas al duque de Sussex, Harry acusa directamente a su hermano, el príncipe Guillermo, de ser el gran instigador en la sombra contra su propio padre, el rey Carlos III. Sí, tal como suena. Dice que Guillermo ha maniobrado desde hace meses para quitarle poder e incluso forzar su abdicación.

El único motivo es la crisis abierta con el caso del príncipe Andrés. Todo lo que ha ocurrido con su tío ha sacudido los cimientos de la familia, pero también ha afectado gravemente a Carlos. El rey está “agotado física y anímicamente”, según los círculos más próximos. Las presiones, las portadas y los rumores constantes habrían pasado factura a su salud. Y ahí es donde entra Guillermo, que, según Harry, habría aprovechado la situación para ganar terreno y colocar a su padre contra las cuerdas.
El hijo mayor de Diana no quiere seguir viviendo a la sombra de su padre. Harry asegura que su hermano ha presionado al máximo para que Carlos se apartara, incluso amenazando con no asumir plenamente su papel como heredero si no se tomaban medidas contra Andrés. En resumen: o caía Andrés o él no pensaba “reinar” en el futuro. Un chantaje emocional de manual, según su hermano menor.
Harry se venga de su hermano Guillermo
La familia, como siempre, lo niega todo. Desde Palacio se insiste en que Guillermo ha sido “el gran apoyo de su padre” durante los momentos más complicados. Pero los gestos cuentan más que las palabras, y en los últimos actos públicos entre ambos se ha notado la frialdad. Casi ni se miran. Carlos evita cualquier comentario, mientras Guillermo sonríe ante las cámaras con esa serenidad que ya muchos tachan de fingida.
Harry, por su parte, no piensa callarse. Desde California, sigue lanzando dardos contra su familia y, aunque algunos lo critican por hablar demasiado, lo cierto es que sus revelaciones están removiendo los cimientos de la monarquía. En sus declaraciones más recientes, afirma que su hermano no solo busca el trono, sino controlar toda la narrativa dentro del palacio. “Guillermo no soporta no tener el mando”, habría dicho en privado.
Mientras tanto, la imagen de la Casa Real británica se hunde un poco más. Escándalos, traiciones, luchas de poder y filtraciones internas. El cuento de hadas hace tiempo que se acabó. Ahora, lo que hay en Buckingham es una guerra fría familiar, donde cada uno intenta salvar su propio nombre. Y Harry, desde fuera, se ha convertido en el narrador más incómodo de todos.
