En los últimos meses, una decisión concreta captó la atención del público y los medios: el príncipe Guillermo y Kate Middleton decidieron dar un nuevo paso en su vida residencial, mudándose a una propiedad llamada Forest Lodge, ubicada a solo seis kilómetros de Adelaide Cottage, su hogar actual. ¿Qué los llevó a tomar esta decisión en un momento tan particular? La respuesta revela no solo aspectos personales y familiares, sino también una postura que desafía tradiciones arraigadas en la monarquía.

Desde su matrimonio en 2011, el príncipe Guillermo y Kate Middleton han vivido en diferentes residencias vinculadas a la Corona. Inicialmente, residieron en una casa ubicada en Norfolk que la fallecida reina Isabel II les regaló. Luego, cuando la matriarca enfermó, los duques se trasladaron a Adelaide Cottage, una pintoresca vivienda ubicada en los terrenos de Windsor. Una propiedad diseñada para ofrecerles un entorno más tranquilo y cercano a la naturaleza, especialmente en aquellos momentos delicados. 

La mudanza a Adelaide fue motivada, en parte, por la intención de estar más cerca de la monarca en sus últimos años. En los años siguientes, confirmaron que esa elección fue acertada: la pareja se sintió cómoda en ese entorno donde tenían serenidad y favorecían la crianza de sus hijos, George, Charlotte y Louis. No obstante, tras casi tres años en esa casa, Guillermo y Kate anunciaron su plan de cambiar de hogar. 

¿Cuál es la verdadera razón por la que el príncipe Guillermo y Kate Middleton se mudan?

Lo que llama la atención es que no optan por una residencia grande y tradicional como el Palacio de Buckingham, sino que han elegido una propiedad mucho más moderna y funcional: Forest Lodge. Situada en un entorno cercano, pero con características muy distintas. Cuenta con ocho habitaciones, seis baños, un amplio salón de baile, una pista de tenis y varias comodidades que combinan lujo y vida familiar. La casa fue diseñada pensando en la privacidad y el confort, con espacios abiertos. 

Esta partida no será inmediata, ya que la pareja planea realizar algunas reformas para adaptar la vivienda a sus necesidades, financiándolas con fondos privados. La cuestión, sin embargo, es que Forest Lodge sea su residencia a largo plazo, incluso después de que el príncipe de Gales ascienda al trono. De hecho, fuentes cercanas aseguran que esta será su “casa para toda la vida”, un lugar donde podrán criar a sus hijos alejados del bullicio y la frialdad que algunos asocian con Buckingham Palace.

El motivo de esta decisión refleja también una postura personal y una visión distinta sobre la vida en la realeza. Como afirma Grant Harrold, extrabajador de la Corona y autor de The Royal Butler “Guillermo lleva mucho tiempo defendiendo a las personas sin hogar, y es un poco difícil apoyar a las personas sin hogar cuando se vive en un palacio enorme, y creo que es consciente de ello”. La elección de un hogar “modesto”, refleja ese deseo de estar más cercano a las comunidades y de mantener una vida más auténtica.

Además, está el hecho de que este domicilio tiene un mantenimiento mucho más asequible que un palacio. Denota un interés por la sostenibilidad y el uso racional de recursos como han querido demostrar el príncipe Guillermo y Kate Middleton. La residencia será utilizada principalmente para la vida familiar y actividades cotidianas, reservando Buckingham y otros palacios para eventos oficiales, recepciones y funciones de Estado.