Desde que asumió su papel en la institución monegasca, Charlene de Mónaco ha sido una figura clave en la representación del principado. Con más de una década en el cargo, ha dedicado su vida a promover causas benéficas, apoyar a la comunidad y acompañar a su esposo en los actos oficiales. Sin embargo, a lo largo de los años, los rumores sobre la supuesta inestabilidad en su matrimonio con Alberto han sido constantes, generando especulaciones y dudas en la opinión pública.

A pesar de las habladurías, Charlene de Mónaco decidió dar un paso adelante y poner fin a las conjeturas y aclarar, de una vez por todas, las razones que la mantienen junto a Alberto. La oportunidad surgió durante la gala de la Cruz Roja, un evento que se celebró en el propio principado y al que acudieron los príncipes en un acto de compromiso con la comunidad. Este encuentro coincidió con un momento muy especial: el vigésimo aniversario del ascenso del soberano al trono, tras la muerte de su padre, Rainiero III, en 2005.

Esa noche, Charlene y Alberto lucieron radiantes. Ella llevó un vestido azul plomizo que resaltaba su tez luminosa, mientras que él, siempre elegante, optó por un traje de tres piezas con camisa y blazer blanco, complementado con pantalón negro. En medio de la velada, la princesa decidió dejar atrás su habitual timidez y dirigirse al público con un discurso emotivo. Te contamos detalles en las siguientes líneas. 

Alberto, el más sorprendido con la declaración de Charlene de Mónaco 

“Si hablo esta noche es porque es un día muy especial. Este 12 de julio se conmemora el 20.º aniversario de su ascenso al trono”, comenzó la exnadadora con voz firme y sincera. “Hace veinte años, [Alberto] tomó las riendas del Principado y, desde entonces, ha dirigido Mónaco con sabiduría, valentía y determinación. Ha impulsado muchos cambios en Mónaco, lo que a veces implica tomar decisiones difíciles, pero necesarias para el futuro de nuestro país”, decía.

Luego, destacó que el representante de la casa Wittstock siempre prioriza su rol público y el bienestar de la nación. Pero lo inesperado fue su comentario contundente sobre su relación matrimonial: “Siempre estaré a tu lado (...) Te queremos, te apoyamos y te agradecemos tu apoyo”. Estas palabras, que parecían una declaración de compromiso inquebrantable, dejaron a su esposo visiblemente conmovido y algo sorprendido, en un gesto que fue captado por las cámaras y analizado por los medios. La importancia de ese momento no pasó desapercibida, pues en los días posteriores, se revivieron los rumores sobre la supuesta crisis matrimonial, alimentados por las dificultades que la sudafricana enfrentó desde su llegada al país.

Recordemos que, el día de su boda, circularon informaciones que señalaban que la princesa había considerado abandonar su papel y escapar de la presión mediática y las expectativas. La adaptación a sus nuevas obligaciones no fue sencilla, y en varias ocasiones se habló de su lucha por encontrar su lugar en la familia y en la vida pública. A través de su discurso en esa noche especial, Charlene de Mónaco dejó claro que su compromiso con Alberto y con Mónaco va más allá de las circunstancias personales. Su declaración fue una muestra de que, pese a los obstáculos, su lealtad permanece intacta.