La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin consumaron su divorcio el pasado mes de enero. Un trámite que Iñaki llevaba esperando dos años, desde que se dejó ver paseando junto a Ainhoa Armentia, confirmando que, aún casado con la infanta, se estaba viendo con otra mujer. Aunque lo de las infidelidades de Iñaki no es nada nuevo en casa de los Urdangarin.

La relación entre Iñaki y Cristina ya empezó con engaños de por medio. Iñaki estaba con Carmen Camí cuando empezó a conocer a la infanta. Y no dejó aquella relación hasta que afianzó la que tenía con la hija del rey Juan Carlos I. Es decir, estuvo jugando a dos bandas durante un tiempo.

Infidelidades habituales de Iñaki Urdangarin a la infanta Cristina

Ya estando con Cristina, las infidelidades continuaron. La experta en la familia real Maica Vasco contó que casi todos en su entorno le recomendaron a Cristina que se separase de Iñaki, pues la suya no sería una relación de solo dos personas. Algo que se demostró cuando estalló el caso Nóos. Entonces, en la instrucción del caso, salieron a la luz mensajes que Iñaki había intercambiado con una de sus amantes. “Hola, pedazo de mujer”, “Hola, ojos azules”, “El día ya lo tenemos pero el lugar no. ¿Triste, no?”, “Firma el duque empalmado” o “Dime cómo te viene el viernes para cenar y f, que de f no te libras”, son algunos de los mensajes que se encontraron en el teléfono del ex deportista. Pero la infanta no quería separarse. Estaba profundamente enamorada del ex duque de Palma.

Iñaki y Cristina efe
Iñaki y Cristina efe

Iñaki Urdangarin y Cristina se marcharon entonces a Washington. Pensaban que allí, evitando estar en el foco mediático conseguirían olvidarse de todo lo que había sucedido en España. Y que sus hijos, que recibieron insultos por la calle y en el colegio, estarían más tranquilos. Pero entonces se agravó la crisis entre Iñaki y Cristina. El exduque de Palma y la infanta estuvieron a punto de romper la relación. La tensión era máxima.

Guerra abierta en casa de los Urdangarin

El personal doméstico firmó un contrato de confidencialidad para no hablar sobre nada de lo que sucedía en esa casa. Sin embargo, Maica Vasco ha sabido por sus fuentes que, tanto la gente que limpiaba en la casa, como los vecinos, estaban hartos de sus discusiones. Peleas atroces que llegaron a oídos de la familia de Cristina, que seguía insistiendo en que se divorciase de Iñaki. Ahora con más razón, pues era un corrupto que sería procesado.

Pero Cristina no quería dejar a Iñaki. Y entonces las conversaciones a gritos pasaban a ser por teléfono con Juan Carlos I, quien más insistía en la separación. Y cuando Cristina defendía a Iñaki a capa y espada ante cualquiera, entonces el exjugador de balonmano se mantenía en silencio, no salía nunca en defensa a su mujer.