Han pasado casi dos décadas desde que la familia Ortiz Rocasolano se vio envuelta en la tragedia. Y en aquel momento ya en pleno foco mediático, ya que Letizia se había convertido en la princesa de Asturias. Aunque Juan Carlos I y la reina Sofía nunca quisieron a la monarca como futura reina, los eméritos aparcaron sus diferencias para apoyar a su familia política y también se mostraron destrozados. El 7 de febrero es un día triste para la familia, marcado en rojo en el calendario. Normalmente la monarca intenta evitar compromisos institucionales ese día aunque en ocasiones le es imposible.

Aquel año Letizia estaba embarazada de la infanta Sofía. Era un día de lluvia cuando el teléfono sonó a primera hora de la mañana. Érika Ortiz se quitó la vida en su domicilio. Dejó a su hija pequeña, Carla Vigo, con la vecina, y se tomó un bote de pastillas hasta quedarse dormida. Tenía muy claras sus intenciones. Se sabía que la hermana de la reina padecía una depresión severa. Después de tanto tiempo hay quienes todavía culpan a los Borbón de aquella muerte. De hecho, el escultor Antonio Vigo, padre de Carla, amenazó a Juan Carlos I al grito de “vosotros la habéis matado”.
De acuerdo con lo que relata Jaime Peñafiel, citando fuentes confidenciales, Érika Ortiz habría atravesado un cuadro depresivo provocado por la presión que ejercían sobre ella Letizia y Felipe. Se apunta incluso que su propia hermana le habría pedido la donación de óvulos para engendrar a los futuros herederos, situación que dejó a Érika en una gran fragilidad emocional. Tales revelaciones ponen en entredicho la maternidad biológica de Letizia respecto a sus hijas Leonor y Sofía, según sostiene el veterano periodista.
Paloma Rocasolano y Letizia quisieron destruir las pruebas
Tanto Letizia como Paloma Rocasolano, madre de ambas, no querían que nadie pudiera solicitar una prueba de ADN vinculada a Érika Ortiz. Por ello, según las periodistas Laura Rodríguez, Maica Vasco y Paula Channel, decidieron proceder a su incineración inmediata tras el fallecimiento. La rapidez, sostienen, tenía un motivo: impedir cualquier cotejo genético que pudiera confirmar la teoría de que Leonor y Sofía fuesen en realidad hijas biológicas de Érika. Una vez reducido el cuerpo a cenizas, ya no quedaba posibilidad de practicar futuras autopsias. “Cuando muere Érika Ortiz, se le retiró la custodia y fue incinerada de manera exprés”, recuerdan. Incluso, como hipótesis extrema, Paula y Maica mencionan la palabra asesinato.
David Rocasolano, primo de Letizia, describe además la frialdad de la entonces princesa en el funeral: en ningún momento derramó una lágrima. Para Paula Channel, esa actitud confirma que Letizia padece una personalidad carente de empatía. Llega a calificarla de “psicópata”, asegurando que no ama a nadie, pues “ese tipo de personas no se enamoran”. Según ella, Letizia simplemente se sirve de los hombres como instrumentos para alcanzar sus objetivos.
Toda esta información proviene íntegramente del vídeo titulado Bombazo. Divorcio de los reyes en 2025, publicado en el canal de YouTube de Laura Rodríguez, donde ella misma comenta estas cuestiones junto a Maica Vasco y Paula Channel.
