La vida de Paloma Rocasolano ha dado un giro sorprendente. Hace solo unos años, su existencia era completamente modesta. Vivía en un apartamento de 60 metros en Benidorm, compartiendo espacio con recuerdos de su infancia humilde. La familia de Letizia siempre había conocido la escasez. Las visitas al hogar eran emotivas y frías. Las primas, envueltas en mantas, soportaban el invierno con doble pijama y labios morados por el frío. La alimentación no era mejor: la dieta diaria se basaba en acelgas, para desayuno, comida y cena. En el pueblo, los apodaron “los acelgas”, símbolo de la necesidad y la pobreza de la familia.
Los veranos tampoco ofrecían lujos. Paloma y sus padres se hospedaban en hoteles baratos. Madrugaban para conseguir un buen sitio en la playa. Llevaban nevera, bocadillos y sombrilla. Fotos de esos días muestran una realidad muy distinta a la de hoy.

Cambio radical en la vida de Paloma Rocasolano
Todo cambió cuando Letizia se convirtió en reina. Paloma pasó a formar parte de un entorno exclusivo. Tuvo acceso a Zarzuela, donde cuidaba de Leonor y Sofía durante los compromisos oficiales de los reyes. Disfrutó de Marivent y de estancias privadas de lujo. Su vida pasó de la privación al lujo, a los privilegios que antes solo podía imaginar.
En los últimos años, su presencia en palacio se ha visto limitada. Felipe VI, siguiendo recomendaciones de asesores, ha reducido su protagonismo. La excusa: Leonor y Sofía ya no residen en Zarzuela. Sin embargo, esto no ha frenado el estilo de vida sofisticado de Paloma.
Hoy, la madre de la reina ha cambiado por completo sus hábitos. Ya no regresa a Benidorm. Sus destinos favoritos son ahora las islas Baleares, viajes internacionales y restaurantes de alta gama. Incluso los yates de lujo forman parte de su rutina vacacional.

Letizia invita a su madre a navegar por las islas griegas
Recientemente, Paloma fue invitada por su hija, la reina, a disfrutar de unos días en un yate valorado en 8 millones de euros. El lujo es absoluto: privacidad, servicio exclusivo y un círculo muy reducido de acompañantes. Las imágenes de estos días reflejan un contraste impactante con su pasado en Benidorm, donde cada detalle era cuestión de supervivencia y ahorro.
De un apartamento modesto al yate de millones, la transformación de Paloma Rocasolano refleja no solo el cambio de status gracias a su hija, sino también la evolución de su vida, marcada por comodidad, privilegios y un acceso al lujo que antes solo podía soñar.