Pablo Urdangarin enfadó a su madre hace unas semanas al comunicarle que dejaría sus estudios de forma presencial para dedicarse íntegramente a su carrera deportivo. Su sueño es ganarse la vida como jugador de balonmano siguiendo los pasos de su padre, de quien se siente muy orgulloso. Tanto Iñaki como Cristina han venido a verle a sus partidos en muchas ocasiones, especialmente los fines de semana. Le apoyan mucho. Es uno de los motivos por los que ambos progenitores se han unido a pesar de las diferencias. Intentan no coincidir mucho en las gradas, pero si eso sucede aparcan sus diferencias por su hijo.
Ni a Cristina ni a Pablo les ha hecho mucha gracia que Iñaki se presente a un partido con Ainhoa Armentia. Hasta la fecha el joven no conocía a la abogada, aunque había ejercido de representante de la familia en estos dos año de batalla legal de sus padres. Por fin han firmado el divorcio y los ánimos están mucho más calmados.
Así es la nueva equipación de Pablo Urdangarin con guiño a su padre
La vida de Pablo Urdangarin experimentó un significativo cambio antes del inicio del verano. Al concluir la temporada de balonmano, se despidió de su etapa en el FC Barcelona, siguiendo los pasos de su padre, para unirse a un nuevo equipo. Actualmente, entrena con el Granollers, uno de los destacados equipos en esta disciplina. Aunque su comienzo no fue ideal, en la actualidad está exhibiendo todo su talento. En muchas ocasiones, comparte sesiones de entrenamiento con su padre, quien le brinda consejos para destacar como uno de los mejores jugadores de balonmano. Iñaki recibió numerosos elogios durante su carrera como deportista, ganando reconocimientos significativos, y su hijo aspira a seguir sus pasos, considerándolo un modelo a seguir.
Aunque aún tiene un largo camino por delante, Pablo muestra tener las cualidades necesarias para alcanzar su objetivo. Como tributo a su padre, él mismo diseñó la camiseta de su equipo. En la parte trasera de la camiseta, solicitó llevar el apellido "Urdangarin" en homenaje a su progenitor, en lugar de utilizar "Pablo Urdangarin" o "P. Urdangarin". También eligió el número 77 como un guiño al número 7 que siempre lució su padre durante su carrera como jugador de balonmano.
Iñaki Urdangarin siente un gran orgullo porque su hijo desea seguir sus pasos y lo respalda desde el principio. Siempre que puede, asiste a uno de sus partidos, al igual que la infanta Cristina y sus hermanos. Se destaca como un deportista exitoso dentro de la familia.
En contraste, Letizia y Felipe sienten un profundo orgullo por los hijos de la infanta Cristina, a diferencia de los de la infanta Elena. Sin embargo, estos gestos no serían bien recibidos en ciertos círculos. Tanto Iñaki Urdangarin como Juan Carlos I son considerados "personas non gratas" en la Casa Real, y cuanto más lejos estén de la atención pública, mejor.