No falla. A la que Felipe Juan Froilán (que detesta que le llamen Froilán y va diciendo a todo el mundo que se llama Felipe, como el tío) pisa Madrid, vuelve la polémica en torno a la oveja negra de los nietos Borbones. A la que el hijo mayor de la infanta Elena y Jaime de Marichalar vuelve de Abu Davi, donde en principio, está más tranquilito al lado de su yayo Juancar, y donde parece que ha sentado cabeza, vuelve a haber situaciones penosas en las cuales siempre aparece Froilán. Y eso que hace unos días, aunque con cara de pocos amigos, estuvo charlando bastante rato con un reportero, que lo pilló de noche por las calles de Madrid. A pesar de esconderse, fue caminando, con cara de asco, eso sí, pero para ser él, todavía respondía algunas cuestiones, menos cuando le preguntaban por sus primas Leonor y Sofía.

Froilán, intentando se esconder en las calles de Madrid
Froilán, intentando esconderse en las calles de Madrid
Froilán
Froilán

Que Froilán esté por Madrid implica, por encima de cualquier otra cosa, que saldrá de fiesta. Y ya sabemos que por la noche es cuando le cogen todos los males y cuando se enfada y se las tiene con periodistas y con cualquiera que él considere que le está buscando las cosquillas. En La familia de la tele el periodista Raúl Rodríguez ha hablado del enésimo incidente del sobrino del rey, explicando que después de ir a una cervecería de Madrid, fueron a una discoteca de la calle José Abascal, en el distrito de Chamberí.

En la disco, Froilán ocupó uno de los reservados VIP con sus amigos, en una zona donde en teoría solo tenían acceso ellos. Froilán, que reiteramos que detesta que le digan Froilán, no paró de oír "Froilán" arriba, "Froilán" abajo por parte de otros clientes del local, mientras algunos intentaban grabarlo con el móvil. Y Froilán, con la mosca tras la oreja, hasta que no pudo más y perdió los nervios cuando un chico entró en la zona reservada y él le dijo que se largara de allí: según dicen algunos testigos, "llegó una persona que no le gustó nada y pasaron cosas. Un desconocido que se puso muy pesao. Fue cuestión de segundos, pero tuvieron que separarlos. Felipe tiene esa especie de obsesión de que todo el mundo le hace fotos y le graba. Por eso siempre va con gorra y, en invierno, con sudaderas y con capucha... Es que es verdad que al chaval lo molestan bastante, y más por la noche, cuando la gente se ha tomado unas copas...".

No es la primera vez. Recordamos cuando antes de marcharse a los Emiratos Árabes, hubo una redada en un after en Madrid, donde se requisaron cuchillos y droga rosa, y él estaba entre los que habían ido de fiesta y desalojaron de la discoteca a altas horas de la mañana. Desde el programa La familia de la tele ponen encima de la mesa otro tema, su más que posible separación de Belén Perea, que estaría ahora conociéndose con otro joven. Todavía quedan unos días para que Froilán vuelva a Abu Davi... ¿Hacemos apuestas de en cuántos berenjenales más se verá envuelto?