Miguel Urdangarin siempre ha intentado mantener un perfil bajo, aunque desde que vive en Madrid con la reina Sofía en Zarzuela, se ha puesto más en el foco mediático. Se sabe que se formó en biología marina, estudió Ciencias del Mar en la universidad de Oxford, en Reino Unido. Una vez que finalizó el grado hizo prácticas como becario en una empresa, pero cuando acabó su periodo de prueba le despidieron. Desde entonces no ha vuelto a trabajar en nada relacionado. Parece que Juan Carlos I no ha podido hacer nada con sus contactos. Ahora siente que se ha equivocado con sus estudios y su futuro y ha probado suerte en otros asuntos. Quiso ser monitor de esquí pero se lesionó en el curso de formación y tuvo que renunciar a otro sueño. También ha probado suerte con el emprendimiento pero ha sido un fracaso.
La infanta Cristina quiere ayudarle pero ya no sabe que hacer con él. Le gustaría que volviese a Ginebra con ella una temporada, pero como mantiene una relación con Olympia, una joven de su edad con la que coincidió en Suiza cuando estudiaba bachillerato internacional, ya no quiere separarse. Siempre están juntos, está muy enamorado.
Miguel Urdangarin toca el piano desde niño, es un virtuoso
Parece que Felipe VI quiere echarle de Zarzuela y es algo que le duele porque el monarca es su padrino. Pensaba que le ayudaría en momentos tan complicados. Aunque le apasionaban los animales y el mar, en una ocasión también intentó probar suerte con el mundo de la música. "Aprendió a tocar el piano en el colegio. Muchos recuerdan aún hoy a sus padres en el auditorio del Liceo Francés viendo a su hijo actuar. Las clases las retomó en Ginebra cuando se mudó la familia y allí se repetía la escena, casi romántica, del niño al teclado y los padres admirados”, dice Silvia Taulés. Es un virtuoso en todo lo que se propone. Muy buen estudiante y aplicado.
Aunque parece que nunca volvería a la música, tampoco quiere ser el protagonista de nada. Si triunfase en la industria, que es complicada, se pondría en el foco mediático y es algo que no quiere. Miguel Urdangarin quiere continuar alejado, con un perfil bajo y discreto, totalmente ajeno a todo. Continuaría probando suerte en el mundo marítimo. Es una pasión desde aquellos veranos en Palma de Mallorca.
