Miguel Urdangarin está dando demasiados quebraderos de cabeza a la infanta Cristina. Su madre le ha ofrecido vivir con ella en Ginebra, ya que no se marchará a su nueva casa de Barcelona hasta que fallezca Juan Carlos I, pero se niega en rotundo. No quiere que se le controle. La ex de Iñaki Urdangarin siempre ha intentado proteger a sus hijos y que no se vean como los de la infanta Elena. Ha dado una imagen de ellos muy responsable y educada, pero la realidad es muy distinta. Simplemente los ha conseguido apartar del foco mediático y que no generasen tanto interés para la prensa, pero no son tan diferentes a Victoria Federica y Froilán. Llevan el gen Borbón.

Haciendo un resumen breve, Pablo Urdangarin continúa vinculado al balonmano. Ahora juega en el Granollers, un equipo mucho menor al FC Barcelona. Él pensaba que allí destacaría, pero tampoco. No le llama ningún gran equipo, ni tan siquiera para la selección española de balonmano, él deseaba jugar en los Juegos Olímpicos, parece que el apellido de su padre hace mucho daño. Por otro lado, Juan Urdangarin es quien lleva una vida más asentada alejado del foco mediático. Estudió en Reino Unido y trabaja en la empresa automovilística del yerno de José María Aznar, aunque ha tenido varios amagos de abandono porque mentalmente no es muy estable, ha tenido algunos problemas por el pasado que aún le persigue. Su niñez y adolescencia fue muy delicada. Y Miguel e Irene son los que más noticias han acaparado en el último año. Los jóvenes no parecen encarrilar su vida y generan alguna que otra polémica.
Miguel Urdangarin, malas compañías que le llevan por mal camino
El año pasado ambos residieron en Zarzuela, pero Felipe VI tuvo que echarlos por su comportamiento. Irene Urdangarin inició sus estudios de organización de eventos en la universidad de Oxford, y hace escasos meses ha roto con Juan Urquijo, así que sus visitas a la capital son más reducidas, ya no generan un problema. Sin embargo, Miguel Urdangarin continúa residiendo en Zarzuela con la reina Sofía. El joven está muy enamorado de Olympia y no quiere separarse de ella. De hecho, en más de una ocasión ha visitado el palacio.
Miguel Urdangarin enfada a sus tíos y es que ha puesto en riesgo en varias ocasiones al palacio por su comportamiento. Llega a altas horas de la madrugada poniendo en sobreaviso al personal de seguridad. Y a veces ha traído a algunos amigos a palacio que se han saltado las normas y han fotografiado algunos de los rincones.
No solo eso, como le sucedía a Froilán, Miguel Urdangarin se empieza a mover por el mundo de la noche de discoteca en discoteca y se ve envuelto en algunos altercados. El pasado fin de semana protagonizó una reyerta con sus amigos donde intervino la policía.
