Miguel Urdangarin está empezando a ser un verdadero problema para Felipe VI y Letizia. El monarca ha tenido que hablar seriamente con la infanta Cristina porque la situación se ha vuelto insostenible. El joven terminó sus estudios universitarios en Reino Unido, donde cursó un grado de Ciencias del Mar en la universidad de Oxford. Al finalizar realizó las prácticas obligatorias en una empresa, pero tras finalizar su contrato como becario le despidieron. No quisieron renovarle por alguna razón que se desconoce, algo que sorprende siendo el nieto de Juan Carlos I. Ni tan siquiera con sus contactos el emérito ha logrado que su hijo esté trabajando.
Decidió irse a Madrid con su hermana Irene Urdangarin, donde ambos se tomaron un año sabático. En la misma historia, ambos se enamoraron al mismo tiempo de sus respectivas parejas. Irene ha roto su relación con Juan Urquijo, pero Miguel se mantiene fiel a Olympia, una compañera de clase en Ginebra con la que se reencontró en la capital. Este es uno de los motivos por los que el hijo de la infanta Cristina vive más en Madrid que en otro sitio. El joven intentó formarse como monitor de esquí para dar clases en invierno, lamentablemente sufrió una lesión y no pudo continuar con la formación. Ahora mismo ni lo piensa porque ni tan siquiera se ha recuperado del todo. Por otro lado, Miguel Urdangarin probó suerte con un ambicioso proyecto que le trasladó a Ginebra con su madre. Ella quería tenerle cerca porque los reyes ya le habían dado un toque de atención por su comportamiento, pero el proyecto tampoco salió adelante.
Las malas compañías están perjudicando a Miguel Urdangarin
Miguel Urdangarin ha vuelto a Madrid y pasa los días en el palacio de la Zarzuela. De hecho tampoco se lo pueden prohibir de forma tajante porque el palacio es propiedad de todos los miembros de la familia. Felipe VI y Letizia viven en el pabellón del Príncipe, a 900 metros del palacio en el mismo recinto. Sin embargo, Miguel pone en riesgo la seguridad de todos sus habitantes, y es que entra en numerosas ocasiones a altas horas de la madrugada, en muchas ocasiones en compañía de Olympia, familiares o incluso amigos de ambos. Zarzuela es para la familia, no para invitados. Algunos incluso lograron sortear la seguridad y realizar algunas fotografías en su interior, un gesto que ha molestado mucho a los monarcas.
El hermano de Juan, Pablo e Irene se pasa muchas tardes en el mismo bar de Madrid, allí se reúne con su pandilla de amigos, niños ricos de la capital que no tienen ninguna intención de trabajar ni formarse más. Son los conocidos ni-ni, pero estos de familias pudientes. No tienen necesidad de trabajar demasiado porque sus padres tienen un potente patrimonio reservado para ellos. No son buenas compañías.
