Como Irene Urdangarin, a su hermano Miguel también le está costando encontrar un rumbo estable en su vida. Tras finalizar sus estudios en Ciencias del Mar en el Reino Unido, Miguel intentó sin éxito establecerse como biólogo marino. La falta de continuidad tras sus prácticas lo llevó a replantearse su futuro, considerando incluso trabajar como monitor de esquí, uno de sus hobbies más arraigados.
De hecho, empezó la formación para serlo a principios del año pasado. Pero sufrió una lesión y tuvo que posponer sus planes. Para pasar el tiempo, decidió instalarse en Zarzuela, donde ya estaba viviendo de forma temporal su hermana Irene. Allí estuvieron los dos hasta finales de agosto.

Miguel Urdangarin se organiza unas vacaciones de ensueño
Algunas fuentes aseguran que actualmente colabora con una empresa del sector medioambiental como técnico ambiental, participando en iniciativas de reciclaje y sostenibilidad. Sin embargo, no se ha confirmado si se trata de un empleo estable o de una colaboración puntual. Y en medio de esta etapa, se ha organizado unas vacaciones al alcance de muy pocos.
Concretamente, Miguel ha optado por unas vacaciones de alto perfil: una villa de lujo en Ibiza, con vistas al mar y un precio que alcanza los 4.000 euros diarios. Se trata de una propiedad de más de 500 metros cuadrados, ubicada en una zona exclusiva de la isla, lejos de miradas indiscretas, pero lo suficientemente cercana a los puertos y clubes náuticos más demandados. La mansión cuenta con piscina infinita, zonas chill out, acceso privado a la playa y un equipo de servicio incluido. Allí se espera que pase unos días de descanso acompañado de su círculo íntimo y de su pareja, Olympia Beracasa, con quien mantiene una relación desde hace varios meses.

Vacaciones de 4.000 euros al día
Además de disfrutar de la mansión, tiene previsto embarcarse en un yate de recreo junto a Olympia y otros amigos, para navegar por calas escondidas de Ibiza y, posiblemente, llegar hasta Formentera. Todo en un ambiente de exclusividad y bajo la mayor discreción posible.
Surge aquí la duda de cómo se financia Miguel estas vacaciones, teniendo en cuenta que su situación laboral no es muy estable y su futuro profesional es incierto. Además, contrasta con la imagen de sobriedad y discreción que siempre ha querido mostrar la infanta Cristina e inculcar a sus hijos.