La relación entre los duques de Sussex y la Familia Real británica está cada vez más tensa. Y aunque se habló de un intento de reconciliación entre ellos, lo cierto es que la orden de desalojo de Meghan Markle y el príncipe Harry de Frogmore Cottage, su residencia oficial en el Reino Unido, emitida recientemente por el Palacio de Buckingham ha generado una gran inconformidad y molestia en la pareja. Además, este desahucio por parte del rey los ha dejado muy pensativos con relación a su futuro, así que estarían negociando la compra de una isla privada para convertirla en su refugio personal.

Tras percatarse de que ahora solo poseen la mansión de Montecito como residencia principal, Harry y Meghan tomaron la decisión de buscar otro lugar, preferiblemente fuera de Estados Unidos, para poder vivir junto a sus dos hijos, los príncipes Archie y Lilibet Diana. De hecho, en un primer momento, el rey Carlos III les ofreció un apartamento en el Palacio de Buckingham para que puedan quedarse durante sus visitas el Reino Unido, pero la pareja no ha aceptado, dado que les pareció una ofensa que le hayan cedido al príncipe Andrés la casa que les dio Isabel II cuando se casaron en 2018 y que ellos mismos reformaron con su dinero, por lo que ahora estarían dispuesto a poner más distancia entre ellos y la Familia Real.

Harry y Meghan también estarían considerando mudarse a una isla privada para encontrar un poco más de paz y tranquilidad, sobre todo ahora que sus niveles de popularidad en Estados Unidos han ido en picada tras el lanzamiento de ‘Spare’, el revelador libro de memorias del hijo menor de Lady Di. Por este motivo, una fuente cercana a los Sussex reveló que la pareja quiere conservar su mansión en Montecito como residencia principal, pero quieren tener una propiedad en un lugar más alejado como Canadá, Sudáfrica o algún otro país en los que Meghan y Harry sigan disfrutando de popularidad.

Harry y Meghan se mudarán de Estados Unidos para hacer crecer su fortuna en el extranjero

De acuerdo con una fuente consultada por la edición estadounidense de la revista ‘Marie Claire’, los duques de Sussex consideran que “hay dinero para hacer en el extranjero y se ajusta a su visión de éxito global”. Asimismo, reveló que “a Harry le encantó la idea de vivir en un entorno natural y ecológico, que sea sostenible; está presionando mucho para ir a una isla privada”. A pesar de que la compra de una isla privada es una inversión superior a la harían al comprar alguna mansión en los países mencionados, lo cierto es que es algo que podrían conseguir fácilmente tras aumentar su fortuna con todos los contratos millonarios que han firmado en los últimos dos años con Spotify, Netflix y la editorial Penguin Random House. Además, tampoco descartan la compra de una propiedad en el Reino Unido dentro de algunos años, dado que Harry no quiere volver a hacer uso del departamento que tenía en los jardines del Palacio de Kensington, donde vivía antes de casarse con Meghan, para no tener que encontrarse con su familia.