Si hay una monarquía europea que se aguanta con pinzas, esta es la de Dinamarca. Bien, quién dice pinzas dice una señora de 83 años, reina durante 52 años y que tuvo que entregar la corona para salvarla del escándalo de infidelidad de su hijo y heredero: hablamos de Margarita II y de Federico X. El país escandinavo es profundamente monárquico, pero las famosas fotos con Genoveva Casanova en Madrid hacían temblar los cimientos del chiringuito. Por eso la reina madre se sacrificó, rompiendo una tradición milenaria sin abdicaciones, y compró el silencio de Mary Donaldson, la mujer agraviada del entonces príncipe, madre de sus nietos. El 31 de diciembre Margarita anunciaba por sorpresa que terminaba y pasaba el testigo a Federico. El 14 de enero fue la coronación, tensa, ficticia y con mensajes ocultos. Vaya culebrón.
Bien, pues no llevamos ni un mes de reinado que Federico y Mary han dicho basta. La profesión de reyes es agotadora, especialmente cuando tienes tanta porquería bajo la alfombra y te tienes que pasar el día fingiendo universos paralelos. El caso es que la pareja real se ha largado. Vacaciones después de 28 días de trabajo. Eso es ser rey, y el resto... ¿Ah, pero quién se ha cargado al muerto? Pues la madre, la yaya, la de siempre. La bombera del reino de los Glücksburg, que quizás un día de estos vuelve a fumar o se va al sarcófago. No la dejan en paz, tú.
Federico X y Mary de Dinamarca, con sus 4 hijos en el séquito, han aprovechado el parón escolar de las vacaciones de invierno para poner distancia de sus dominios. De reyes a turistas VIP en Suiza, en el elitista Verbier. Allí tienen un chalet que debe valer una fortuna, y que despertó polvareda en el país por el patrimonio privado y oculto de los royals. Es donde se refugian del runrún habitual sobre sus figuras, rumores de crisis, descubrimientos y mensajes ocultos. Incluso de nuevos jaleos nacionales, como el gasto exagerado de su coronación. Si hubiera sido un rey no tan polémico ni tildado de adúltero, en Copenhague nadie hablaría de la factura de la ceremonia. Y mira que fue relativamente discreta, no estaban para muchas fiestas. Pues ni así se salva Federico, que podría ser 'El Breve'.
La ausencia de los monarcas en ejercicio, claro, ha provocado una pequeña anomalía en el orden establecido, cosa por la cual la reina Margarita ha sido nombrada como Jefa de Estado por primera vez desde que entregara los trastos a su hijo. Ironías del destino. Si tienen una pelea de matrimonio en crisis y deciden no volver a Dinamarca, tendremos el folletín cíclico perfecto. Margarita en la casilla de salida, y un matrimonio real en huida, Genoveva dondestás. Fantasía.
