Se acabó. La aventura de la princesa Leonor en la fragata Blas de Lezo. El buque en el que se embarcó la heredera el pasado 14 de junio, llega a Gijón este jueves 3 de julio. Esta ha sido, sin duda, la etapa más dura para Leonor. Jornadas intensivas, pocos descansos, prácticas exigentes y mucha disciplina, algo necesario para que la convivencia a bordo del barco fuera la correcta.
A la vez, el Juan Sebastián Elcano, el buque escuela en el que Leonor estuvo cinco meses antes de embarcar en el Blas de Lezo, también atracará en Gijón con el resto de guardiamarinas que compartieron la travesía con la hija del rey Felipe VI. Allí, en la ciudad asturiana, los dos buques permanecerán atracados hasta el próximo 7 de julio. Incluso estarán abiertos al público para que, quien quiera, pueda visitarlos y andar tras los pasos de la princesa Leonor.
Leonor volverá al Juan Sebastián Elcano la próxima semana
Posteriormente, el Juan Sebastián Elcano, con los guardiamarinas y Leonor, iniciará otra travesía. Esta vez será breve y terminará el próximo 13 de julio. Ese día, la heredera pondrá punto y final a su etapa en el ejército de las Fuerzas Armadas del mar.
Pero más allá del reencuentro institucional, hay un detalle que no ha pasado desapercibido: Leonor volverá a ver al joven cadete con el que fue relacionada sentimentalmente durante su etapa en el Elcano. Aquel con quien se la vio paseando por una playa en Uruguay y que fue fotografiado junto a ella en una fiesta en Brasil. Un nombre que ha circulado en los círculos más exclusivos de Madrid, y no precisamente por las mejores razones.
Mala fama del ‘amigo especial’ de Leonor
Aunque el joven ha sido descrito como un estudiante brillante, con una EBAU sobresaliente y proveniente de una familia acomodada, su fama en los entornos sociales de la capital es, como mínimo, cuestionable. Varios testimonios apuntan a que es conocido por relaciones interesadas, especialmente con personas de alto perfil social. En más de una ocasión, se le ha visto “moverse estratégicamente” para entablar vínculos con jóvenes de familias influyentes, despertando rumores sobre su verdadero interés en Leonor.
En Madrid, donde los comentarios sobre la realeza corren rápido, se le percibe como un chico ambicioso, más preocupado por lo que podría obtener que por lo que realmente tiene para ofrecer. Y dentro del propio Juan Sebastián Elcano, la percepción no mejora. Algunos de sus compañeros lo describen como alguien poco auténtico, que desde el primer momento se mostró demasiado interesado en ganar visibilidad cerca de la heredera al trono.