Letizia siempre ha querido aparentar ser una gran lectora. El primer día como futura reina, cuando Felipe le regaló el anillo de promesa, la periodista del Telediario le regaló al novio un libro, una "joya literaria": El doncel de don Enrique el doliente, edición de 1850 escrita por Mariano José de Larra en 1835 con seudónimo, Fígaro. Se las da de intelectual pero es falso. Su primo David Rocasolano reveló en el libro Adiós princesa que Letizia lo que lee son best-sellers y novelas de John Grisham. Pero la reina quiere aparentar ser una literata y cada año pasea por la Feria del Libro de Madrid. Nunca ha querido hacer el mismo en Barcelona por Sant Jordi, la auténtica Diada del libro a todo el Estado, por una mezcla de catalanofobia y miedo de estar descubierta. En realidad no sabe de literatura. Este viernes de mayo ha paseado por Madrid y se ha comprado un libro de postureo:

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Letizia en la Feria del Libro, GTRES

El vendedor de libros viejos de Stefan Zweig, un autor austríaco nacido en el s. XIX. Letizia lo lleva muy a la vista, con la cubierta de cara a los fotógrafos, y después servirá para coger polvo o acuñar un mueble cojo de Zarzuela. La noticia es que Letizia se ha detenido a hablar con una autora con la cual ha estado hablando un largo rato, la única que ha merecido su atención. El libro que realmente le interesa pero que no se ha atrevido a comprar y a lucir, como habría sido ejemplar, es el de Mara Torres sobre el suicidio de su hermana. Letizia una vez más ha desperdiciado el momento para dar apoyo a la única causa que de verdad lo afecta: los problemas de salud mental que llevaron a Érika Ortiz al suicidio cuando tenía solo 31 años y era madre de una niña muy pequeña, Carla Vigo. Letizia ha hablado con la autora a escondidas de la prensa y no ha querido exhibir su libro por miedo que le recuerden este episodio: la muerte de Érika por las presiones que recibió para ser hermana de la futura reina, y por presiones de la misma Letizia que la tenía muy marcada. Demasiado.

Érika, Telma y Letizia Ortiz, única foto juntas / Fuente: 'Adiós, princesa'
Érika, Telma y Letizia Ortiz, única foto juntas / Fuente: 'Adiós, princesa'

Letizia ha vivido un drama en toda su vida como princesa y reina: el suicidio de Érika dejando a una niña huérfana con 6 años. Este es el punto de la biografía de Letizia que más lo ha marcado. Mucho más profundamente que estar casada con Felipe. Al rey lo puede dejar atrás cuando quiera, se divorcia y seguirá siendo la madre de la reina Leonor. Pero el agujero al alma que supone la muerte voluntaria de una hermana que sufría depresión no se marcha nunca. Mara Torres de la SER sufrió exactamente el mismo drama: su hermana pequeña se suicidó. En su libro Recuérdame bailando, el que Letizia hoy se ha negado a comprar, explica como en saber que compartían esta desgracia familiar, Letizia quiso ponerse en contacto con la escritora para regalarle una frase surgida de su experiencia personal con Érika. Mara Torres:"Yo empecé a llorar todos los días a la hora que me llamaron para contarme la muerte de mi hermana, a las 18:30. Estando en la radio, en el trabajo, en el supermercado. Lloraba cada día a las 18:30 de la tarde. Creí que cada día lloraría a esa hora".  Letizia le regaló a la periodista LA frase de consuelo: "Un día dejarás de llorar. Una familia que está unida también se recupera de esto y vuelve a estar feliz. Un día ya no llorarás a las 18:30 horas de la tarde".

Letizia con Ayuso y Almeida en la Feria del Libro / GTRES
Letizia con Ayuso y Almeida en la Feria del Libro / GTRES

Letizia de postureo cuando tendría que recordar a Érika en los ojos de todo el país. En eso, mal.