Letizia es una mujer muy calculadora, demasiado controladora y exigente consigo misma y con los demás. La reina quiere tener todo bajo control. Siempre daba órdenes a Felipe VI en casa pero también en la institución, sin embargo en la corona ha perdido poder desde las declaraciones de Jaime del Burgo. No le quedó más remedio que aceptar su rol de reina consorte. Leonor y Sofía estaban hartas de vivir a las órdenes de su madre, por ello han agradecido mucho sus respectivas formaciones fuera de Zarzuela. Desde los 16 años son mucho más libres e independientes. De hecho, no querrían volver a casa, aunque a la princesa no le quedará más remedio cuando finalice su formación militar.

Letizia richard gere
Letizia en un acto en Madrid

Los que tampoco están muy contentos a su lado, pero no les queda más remedio, es el personal de seguridad. Letizia tiene una actitud muy altiva y prepotente con ellos. Se muestra superior y siempre les trata con desprecio, además les humilla obligándoles a hacer la reverencia. Algunos de los escoltas que ya no trabajan con los reyes han hablado de lo difícil que es trabajar con la reina. Son jornadas muy duras e insoportables, de mucha tensión y ansiedad. Este es uno de los motivos que habrían hecho a Ocaña a abandonar después de tantos años.

Los motivos por los que Letizia te despide de forma fulminante 

Letizia exige una serie de normas y condiciones para trabajar en Zarzuela, y quien no las cumple está despedido de forma inmediata. Algunos escoltas se han ido de palacio porque estaban cansados de la vigilancia de la reina, no tenían libertad ni un minuto, hasta que no abandonaban la puerta de palacio. La monarca controla a todos sus trabajadores mediante cámaras de seguridad. Están por todo el recinto y nadie puede escaparse.

La mujer de Felipe VI hay algo que no tolera y es el olor a tabaco. No deja que ningún escolta fume mientras está de servicio ni tampoco dentro del recinto. En una ocasión encontró a uno de sus escoltas fumando a escondidas en un rincón del Pabellón del Príncipe, y lógicamente se llevó una buena reprimenda que incluso acabó llorando. Pidió perdón por su error pero además fue despedido de forma fulminante. Letizia no perdona. Y eso que ella no soporta el olor a tabaco pero es una fumadora esporádica. Siempre que está nerviosa o tiene una situación de estrés se esconde en cualquier lavabo a fumar. Lleva un cigarro de emergencia en el bolso.

Letizia enfangada y escolta sangrando / EFE
Letizia enfangada y escolta sangrando / EFE