Letizia es una mujer muy controladora y calculadora, demasiado exigente consigo misma y con el resto. La definen como una persona muy ambiciosa, por ello ha conseguido llegar a ser la más poderosa de España. Las personas que la conocen bien nunca pensaron que se convertiría en reina de España, pero sabían que llegaría muy lejos, posiblemente como directora de unos informativos. Le apasionaban los medios de comunicación, pero ella estudió periodismo solo con la intención de coincidir en algún reportaje con Felipe VI y poder conocer en primera persona al entonces príncipe de Asturias, era su catapulta al éxito.

Cuando llegó a la corona le costó mucho conseguir ganarse un hueco, ya que la sombra de la reina Sofía era muy alargada. Pero con los problemas de Juan Carlos I fue perdiendo fuerza y Letizia dio el paso a reina de España con la proclamación de Felipe VI como rey de España y la abdicación del emérito. Fue en ese momento cuando tuvo más compromisos institucionales y acaparó más titulares tanto nacionales como internacionales, por su buen hacer y su elegancia.
Los empleados de la reina Sofía estuvieron cinco décadas a su servicio, pero cuando Juan Carlos I abdicó, tanto los empleados de Zarzuela como los del Pabellón del Príncipe, tenían que atender las órdenes de Letizia. A partir de ese momento todo cambió, fue como un terremoto. Algunos empleados se marcharon firmando su despido. No querían saber nada de la mujer de Felipe VI, renunciaban a todo con tal de vivir tranquilos. Sabían perfectamente como era su carácter y que les iba a exigir demasiado.
Letizia trata a los empleados con superioridad
Letizia cambió el menú en cocinas y apostó por los superalimentos, también algunas reglas que no le gustaban, incluso obligó a todos a hacerle la reverencia a su paso para sentirse importante. Persona que ya no están a su servicio, porque si no no podrían hablar, asegura que cuando ella está por casa se respira un ambiente muy tenso. Es una mujer muy altiva, con demasiada prepotencia. Trata al resto con superioridad, y es algo que sorprende mucho en ella porque siempre ha sido una plebeya, aunque ahora se haya convertido en reina no tiene sangre azul. Además, en su caso, su familia es una de las más humildes de España.
En ocasiones ha humillado a los trabajadores a su servicio cuando algo no está como ella espera. Les ha hecho repetir la tarea hasta hacerla bien. Al servicio de limpieza les tiraba la ropa al suelo si había alguna arruga y debían lavarla de nuevo.
