Letizia Ortiz ha cruzado el océano Atlántico para hacer de cooperante en Honduras. Bajó del avión con chaleco llamativo, botas de montaña, pelo recogido y cara de esfuerzo sobrehumano, comandando una expedición de envío de ayuda humanitaria para mitigar los efectos de las últimas tormentas devastadoras. Su visita exprés forma parte de la operación blanqueo navideño de Zarzuela, un pesebre en lo que todas las piezas juegan un papel esencial: las niñas son angelitos, la Reina una santa y Felipe... bueno, es Felipe. También son importantes las figuritas que no están, como la de Juan Carlos, oveja negra borbónica. Todo está muy pensado.
Leonor y Sofía christmas 2020 / EFE
Letizia bajando del avión en Honduras / @CasaReal
Que la Corona juega la partida de ajedrez de la opinión pública es más que evidente. Todo está medido al milímetro para crear la sensación de que son útiles, son honestos, son humanos. Que son indispensables para el país, cuando las evidencias y la razón dice exactamente lo contrario. El plan requiere está muy encima de los pequeños detalles, buscando aquel gesto que te valga la adulación de los medios de comunicación, y marcar así distancia con los escándalos que sacuden el oasis de Zarzuela y alrededores. Por eso Letizia se ha tenido que sacrificar en Honduras: explican la hazaña de pernoctar en una habitación "sencilla" de un hotel de lujo, sin flores que decoraran la estancia de sólo 34 metros cuadrados. Uau. También que llevaba una maleta ligera: "dos camisas, dos pantalones y unas botas", según Semana. Nada comparable, sin embargo, a lo que hizo cenando: ella, tan llena de manías con la comida y el servicio, "hasta se sirvió su comida por sí misma y sin grandes exigencias", según Vanitatis. Vaya, que su nombre suena para futuras beatificaciones en el Vaticano.
Letizia en una cocina en Honduras / EFE
Familia Real cenando en La Zarzuela / GTRES
Deseando volver a ver Letizia en su día a día en Zarzuela y captar las secuelas de tan terribles dramas. Seguro que los concursantes de 'Supervivientes' tenían mejor aspecto que ella, pobrecita.