Las fuertes lluvias que castigaron Mallorca la semana pasada tuvieron unas consecuencias terribles. 13 víctimas, daños materiales y la isla totalmente desolada. Los Reyes visitaron la zona más afectada el día de la Hispanidad, cuando mostraron su apoyo a las víctimas. La polémica ensució este gesto de complicidad, por eso, ya que un voluntario ofreció una escoba al rey Felipe para que les ayudara a limpiar y él se negó. Grabar en vídeo esta negativa colocó al monarca en una posición muy incómoda. ¿Y después hace un viaje en metro para hacer ver que es uno más del pueblo?
Pues bien, este miércoles el matrimonio ha vuelto a Mallorca para presidir el funeral que se ha realizado en homenaje a las víctimas de las inundaciones. Letizia y Felipe han llegado de negro y riguroso luto, con las caras descompuestas y visiblemente compungidos. Era un día triste para su querida isla, y así lo han sentido ellos. Acompañados de la vicepresidenta del gobierno español, Carmen Calvo, han saludado al resto de autoridades presentes y al millar de personas que se han unido en esta ceremonia.
La reina Letizia ha seguido el protocolo y ha lucido un abrigo negro que escondía un vestido del mismo tono, largo hasta las rodillas y muy sobrio. Los zapatos han seguido este monocromatismo, de igual manera que ha hecho el Rey.
Casa real
EFE
Muchos se han fijado en el corte de pelo de la monarca, que ha sorprendido con una cabellera más corta, así como han aplaudido que no fuera muy maquillada.
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Durante toda la ceremonia se han mostrado de lo más cómplices con los familiares de las víctimas, abrazándoles e intentando animarles mínimamente.
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Todo el mundo ha agradecido ver esta faceta de los Reyes, que siguen con una agenda oficial bien llena de actos.