Cinco meses y dos días después de que la princesa Leonor embarcó en el Juan Sebastián Elcano en el puerto de Cádiz, bajo una despedida cálida de sus padres, el rey Felipe VI y la reina Letizia, la heredera emprendió este sábado una nueva etapa en su formación militar. Será en la fragata Blas de Lezo, un buque de guerra real en el que la joven pondrá en práctica todo lo aprendido en el Elcano durante los últimos meses.

Esta fase de la formación llega después de haber estado un año en la Academia Militar de Zaragoza, cuatro meses en la Escuela Naval de Marín y los mencionados cinco meses en el Elcano. Pero a diferencia de la travesía de este último, que recorrió 17.000 millas y visitó ocho países, Leonor solo pasará 19 días en el Blas de Lezo.

La princesa Leonor ya está en el Blas de Lezo

Este sábado, pasadas las 21 horas, Leonor subía a bordo del buque y hacía acto de presencia en cubierta, saludando a la tripulación y poniendo el punto de inicio a la que será una de las etapas más duras de Leonor en su camino hacia el trono. A diferencia del Elcano, el Blas de Lezo no ofrece concesiones: es un entorno tecnológicamente avanzado y sometido a protocolos estrictos, pensado para misiones internacionales de alta complejidad.

La princesa Leonor en el Blas de Lezo Casa Real 1
La princesa Leonor en el Blas de Lezo Casa Real 1

Está previsto que, además de tareas prácticas, Leonor asuma el rol de oficial de brigada, liderando a un pequeño grupo de marineros. Esa función exigirá de ella no solo conocimientos técnicos, sino también liderazgo, toma de decisiones bajo presión y una actitud firme ante las dificultades.

La fragata ha zarpado rumbo al mar Mediterráneo, tras atravesar el Estrecho de Gibraltar, como parte del grupo Dédalo, cuya misión es garantizar la seguridad en operaciones navales conjuntas.

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Vuelven los problemas para Leonor que ya sufrió en el Elcano

Pero antes ni siquiera de empezar la instrucción, Leonor ya ha tenido los primeros problemas a bordo del barco. Han reaparecido los problemas de cinetosis que ya padeció en el Elcano. Un problema de salud que sufren quienes no están acostumbrados a la vida en alta mar. Por lo que parece, Leonor no lo ha logrado todavía, pese a haber pasado cinco meses en el buque escuela.

La princesa sufre mareos y vómitos con los que tendrá que lidiar durante los próximos 19 días. Será el próximo 3 de julio cuando el Blas de Lezo llegará a Gijón, poniendo punto y final a la aventura de Leonor en el Blas de Lezo. Posteriormente regresará al Elcano, donde se reunirá de nuevo con los otros 200 guardiamarinas con los que hizo la travesía. El barco navegará hasta Ferrol y, finalmente, Marín, donde finalizará la etapa de Leonor en la Armada.