Vuelve a casa, vuelve, vuelve al hogar. Que hoy es Nochebuena y mañana Navidad. Turrones El Almendro vuelve a casa. Como la princesa Leonor. La heredera al trono español abandonará por unas semanas su internado en Gales donde está estudiando bachillerato y volverá a Zarzuela para pasar las fiestas al lado de su hermana, la infanta Sofía, y de sus padres Letizia y Felipe. No estará todo el tiempo que ella querría, ya que no vivirá la noche de reyes porque reprende las clases justo antes. Pero tampoco se puede quejar de los regalos que sus padres, que no son magos, le hacen, así como los palmeros del reino que se desviven por hacer la gara-gara a la familia real y a los Borbones.
Leonor empezará sus vacaciones el próximo 9 de diciembre, cuando ella y el resto de compañeros dejen la escuela y vuelva cada uno hacia su casa. En su caso, hacia su palacio. Con los papis estará hasta el 4 de enero, cuando vuelva a hacer las maletas con destino Gales. Mientras tanto, suponemos que harán muchas comidas juntos con los monarcas y su hermana, los cuatro nuevamente reunidos en torno a una mesa. Quien sabe si comiendo una deliciosa cena de acelgas con Vichy Catalán, que nunca faltan en la mesa cuando Letizia es una de las comensales. Lo que está claro es que la reina mantiene a rajatabla un menú estricto y no creemos que ceda a que las hijas y el marido coman poco sano, frituras, o cosas por el estilo. Si cuando iban a la escuela en Madrid ya controlaba al detalle qué comían y qué estaba prohibido para las niñas, imaginen qué no hará en casa.
En el pasado ya hablamos de cómo las dos hijas tenían que comer a escondidas bollería industrial y dulces porque su madre monta en cólera cuando oye hablar de azúcar, edulcorante o cualquier cosa por el estilo. Pues imaginen qué puede hacer Letizia cuando haya visto el regalo que le han hecho a su hija, en honor suyo. Echar fuego por las muelas. En un establecimiento de Murcia le han hecho unos postres en honor a la princesa. Un enorme pastel hecho con una mousse de chocolate con leche y especias chinas, cubierto con una capa de fino crujiente de chocolate puro Guanajá, esponjoso de vainilla y bizcocho con avellanas. Y mucho, mucho chocolate negro. El maestro pastelero Andrés Mármol, encargado de crear dulces en la pastelería 'La Gloria' de Murcia, ha sido el autor de un pastel que hará convulsionar a Letizia y que dudamos de que nunca atraviese la puerta de Zarzuela.
Se trata de un pastel que hace años que lo creó, en un concurso de pasteles dedicado a la entonces infanta Leonor, cuando era más pequeña, que debido al éxito ha seguido luciéndose en la pastelería. Entonces, este pastel se impuso en doce postres más que se presentaron al concurso, organizado por la Asociación de Pasteleros de Madrid, y que en su caso valoraron su sabor, presentación e innovación. A Leonor la vuelve loca el chocolate, pero este pastel ni lo olerá.