El verano de Juan Carlos I ha sido distinto. Este año, no ha puesto un pie en Abu Dabi. Tras participar en las regatas de Sanxenxo a principios de julio, se trasladó a Cascáis, Portugal. Allí alquiló una residencia la adaptó a sus necesidades físicas con rampas y barandillas, y la convirtió en una vivienda pensada para una estancia prolongada mientras la vuelta definitiva a España sigue bloqueada.

Desde esa casa, el ex monarca extendió una invitación especial: sus nietas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Una jugada calculada para acercarse a ellas y suavizar su imagen ante la opinión pública. Blanquearla. Pero la respuesta no fue la esperada. Leonor, la heredera, dijo no. Sofía acompañó a su hermana en la decisión.

Juan Carlos y Leonor / EFE
Juan Carlos y Leonor / EFE

Juan Carlos I invita a Leonor y Sofía a Cascáis

El motivo no es baladí. No se trata solo de desinterés, que también. La verdadera causa es el temor a su madre, la reina Letizia. “Tiene pánico a la madre”, han afirmado numerosas fuentes. La princesa sabe que un encuentro con su abuelo podría desencadenar un conflicto familiar. Y prefiere evitarlo.

Juan Carlos no oculta su deseo de ver a sus nietas. Le gustaría un reencuentro, aunque sea breve. Y Felipe no termina de verlo con malos ojos. Pero la reina consorte mantiene su postura firme. Letizia nunca ha perdonado los escándalos que empañaron el reinado de su suegro. Tampoco la forma en que Juan Carlos manejó su imagen pública, dejando a la institución en el ojo de la tormenta. Por eso, cualquier contacto entre Leonor y el emérito se ve como un riesgo innecesario.

Leonor y Letizia en la jura de la Constitución / GTRES
Leonor y Letizia en la jura de la Constitución / GTRES

Leonor dice “no” por miedo a Letizia

La distancia no es solo emocional, sino estratégica. Letizia cree que una foto de su hija junto al abuelo podría afectar la preparación institucional de la futura reina. La exposición mediática es un peligro real. Una simple imagen podría generar titulares polémicos, especulación y presión sobre Leonor. La reina ha transmitido un mensaje claro: mantener la distancia es la prioridad. Y la princesa lo respeta.

Mientras tanto, Juan Carlos se mantiene activo en Cascáis. Sus días transcurren entre paseos, llamadas familiares, alguna reunión discreta con amigos y desafíos a la monarquía como la publicación de sus memorias o los contactos con Netflix para producir una serie sobre su vida. Su objetivo sigue siendo el mismo: acercarse a la familia y preparar su eventual regreso a España.