La princesa Leonor inicia este lunes su última fase de formación militar en las Fuerzas Armadas. Tras cinco meses embarcada en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, la heredera se subió al Blas de Lezo. Allí ha estado dos semanas llevando a cabo actividades más duras y exigentes que en el Elcano. La princesa ha realizado prácticas de combate en un entorno realista, poniendo en práctica todo lo aprendido desde enero. Una segunda fase que finalizó el pasado 3 de julio en Gijón. Ahora Leonor regresa al Elcano para realizar una última travesía. Finalizará el próximo 13 de julio en Marín, donde empezó todo.
Cuentan, sin embargo, que Leonor ha gozado de algunos privilegios en los dos buques. Ha sido liberada de las tareas más exigentes, ha tenido comunicación con sus padres, ha tenido un menú diseñado a medida… Y es que Leonor ha tenido problemas para adaptarse desde el primer día. No está habituada a la vida en alta mar y tampoco llegó en forma. Y para evitar daños mayores, aunque Felipe VI y Letizia insistieron en que se la tratara como una más, ha tenido una sobreprotección especial.
El calzado militar destrozó los pies a la princesa Leonor
No obstante, ello no quiere decir que no haya sufrido algunos estragos a bordo. Monarquía Confidencial revela, por ejemplo, que ha sufrido heridas en los pies por las que ha tenido que ser atendida. El calzado militar ha sido el origen. Las botas reglamentarias le provocaron dolor. También ampollas y rozaduras.

Por ese motivo, se le autorizó un “rebaje de botas”. Es algo habitual. Cuando un cadete sufre este tipo de lesiones, puede usar zapatillas. Calzado más cómodo y transpirable. Hasta que se recupere. Leonor fue fotografiada con zapatillas deportivas en lugar de botas. Muchos se preguntaron si era un privilegio real. Pero no lo es. Fuentes militares insisten: es por salud, no por estatus.
La medida no es nueva. Tampoco exclusiva. Otros cadetes reciben el mismo trato. Las lesiones en los pies son frecuentes. Especialmente en quienes no están acostumbrados a ese ritmo. La Armada lo tiene en cuenta. La salud del cadete es prioridad.

Usar zapatillas deportivas no fue un trato especial
Desde el entorno de Leonor se recalca lo mismo. No hay trato especial. No hay ventajas. Solo una recomendación médica. El resto de su instrucción ha seguido con normalidad. Aunque sí ha tenido algunos ajustes.
Las imágenes con zapatillas generaron debate en redes. Pero dentro del buque no hubo polémica. Es un procedimiento habitual. Y no afecta su desempeño académico. Ni su evaluación militar. Todo sigue según lo previsto.