La princesa Leonor parecía tenerlo todo bajo control. Dos años de formación militar habían dejado huella en su carácter. La disciplina era su día a día. Orden, horarios, rutinas. Medio año embarcada en el Juan Sebastián Elcano y en la fragata Blas de Lezo. Meses sin apenas intimidad. Sin tocar su propia cama. Sin ver a sus amigas. Una vida marcada por el deber.

A su vuelta, la presión no ha sido poca. Actos oficiales. Discursos en solitario. Recepciones como la de Marivent en julio. La heredera mayor de edad sumaba funciones y responsabilidades. Su imagen pública se fortalecía. Muchos hablaban de una Leonor impecable, lista para representar a la monarquía en el futuro. Pero no todo han sido obligaciones ni comportamientos ejemplares.

La familia real en la recepción de Marivent, 2025 / Casa Real

La princesa Leonor exprime el verano

Por primera vez en años, la princesa ha disfrutado de casi dos meses de descanso. La Academia General del Aire no la espera hasta septiembre. Ha tenido tiempo libre. Y lo ha aprovechado. Los primeros rumores nacieron en Mallorca. El rey Felipe ya estaba en la isla, pero sus hijas no aparecieron enseguida. Se habló de una escapada a Ibiza. Allí, aseguran, la heredera se dejó llevar. Copas, locales de moda, noches largas. Algunos testigos incluso afirman que acabó muy perjudicada.

No sería la primera vez que se cuentan historias así. Según fuentes cercanas, Leonor alternaba bebidas energéticas con alcohol. Y aunque la versión pueda estar exagerada, la realidad es que la princesa ya ha sido vista otras veces con cerveza en la mano. En Chile, en un pub, levantó titulares. En Zaragoza, durante la academia, tampoco escondía sus escapadas con compañeros a la zona universitaria.

Leonor bebe cerveza en Chile X

Excesos antes de seguir con su formación militar

La verdadera fiesta llegó en Grecia. Allí, lejos de miradas incómodas, cuentan algunas fuentes que alquiló un yate con amigos cercanos. Libertad total. Sin vigilancia. Música alta, botellas caras, vapeo y largas jornadas al sol. La princesa es fan del vaper, práctica cada vez más común entre jóvenes. Aunque no es menos perjudicial, resulta más discreta que el tabaco. Sin embargo, en su entorno preocupa. La reina Letizia, abstemia y antitabaco, no oculta su inquietud.

El problema no es solo el alcohol o el tabaco. Leonor también ha descuidado la dieta recomendada por sus instructores. La Academia exige llegar en plena forma física. Pero este verano ha sido todo lo contrario: fiestas privadas, comidas abundantes y cero restricciones. Sus asesores temen que vuelva fuera de forma y que eso empañe la imagen de disciplina que tanto ha costado construir.