Juan Carlos I es el centro de la polémica en los últimos meses. Felipe VI le pidió que se mantuviese apartado del foco mediático pero parece que es algo imposible. Sin consultar con Casa Real se atrevió a demandar a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor en su último libro. Aunque era una estrategia. Él quería demostrar que aún continúa siendo una persona poderosa y puede hacer mucho daño a la corona si se lo propone. Hace cinco años que vive en el exilio en los Emiratos Árabes y ya tiene ganas de volver a España, aunque parece que de forma permanente no podrá poner un pie en su país nunca más. No obstante, finalmente se ha decidido que se instale en Portugal. Ahora mismo viviría en una mansión de alquiler en la zona de Cascais, en Lisboa.
El emérito está harto de ser siempre ninguneado por su hijo. Quiere destacar la importancia de su figura en la monarquía española, cree que ya ha cumplido con su condena. La infanta Elena quería que su padre se quedase a vivir con ella, por ello reformó su piso para una persona con movilidad reducida. Sin embargo, su hermano se negó.
Casa Real oculta lo que ha pasado con Juan Carlos I en Nueva York
La infanta Elena se ha convertido en la sombra de Juan Carlos I. Desde que vive en Abu Dabi le ha visitado en más de 60 ocasiones. Además, siempre le acompaña a Sanxenxo, donde participa en las regatas. De hecho, la semana pasada participaron en los entrenamientos porque padre e hija están dispuestos a participar en el Campeonato del Mundo de Vela de Nueva York que se celebra esta semana.
Mientras Felipe VI y Letizia están de viaje de Estado en Egipto, la infanta Elena y Juan Carlos están en Nueva York, aunque ha aparecido poca información sobre ellos, y es que el emérito no está bien. Los casi 88 años le están pasando factura, especialmente a sus problemas de movilidad. El marido de la reina Sofía padece una artrosis severa y su pierna izquierda está prácticamente inmóvil. Siempre que aparece públicamente, el exmonarca pide que le inyecten células madre y plaquetas en sangre. Un tratamiento de medicina regenerativa que hace que pueda mantenerse en pie. No quiere que le vean en una silla de ruedas. Se apoya en su bastón y en el personal de seguridad.
Pero no es en estos momentos lo que más preocupada a sus hijos. Juan Carlos I ha tenido que ausentarse de la competición debido a serios problemas de “demencia senil”. Zarzalejos ya adelantó que su avanzada edad empieza a traerle serios problemas, entre ellos algunos despistes. Ya no puede vivir solo ni tan lejos de la familia.
