Queda muy poco para que vean la luz las memorias del rey Juan Carlos. El emérito publica el próximo 5 de noviembre, primero en Francia y después en España, el libro donde lo cuenta todo sobre su reinado, sobre su familia y sobre su destierro en Abu Davi. Su versión íntima de la historia, reivindicando su papel en la Transición, caerá como un jarro de agua fría en Zarzuela, donde se espera que su hijo Felipe, su mujer Sofía y su nuera Letizia lean las páginas mientras se les llevan mil demonios. Antes de que las memorias se publiquen, estos días previos en Francia van enloquecidos con el tema, y se están publicando diferentes entrevistas en diferentes medios, recuperando fragmentos y plasmando afirmaciones del monarca que no dejarán a nadie indiferente.
Empieza diciendo que sobre la publicación de este libro, "“Me van a atacar, tengo que comprar un escudo. Espero que mi libro exorcice nuestros demonios, que están regresando”. En las páginas de estas memorias, por ejemplo, habla de su hijo, el actual rey Felipe VI, Le Figaro publica una frase que llama mucho la atención: "Para ayudar a mi hijo, busqué un lugar donde los periodistas de mi país no pudieran encontrarme fácilmente. La última vez que vino un periodista español, ¡las autoridades locales lo metieron en la cárcel! Tuve que intervenir para sacarlo”. Según el citado medio francés, Felipe habría presionado el año pasado para retrasar la salida del libro, temiendo el carácter "sin filtros" de su padre. ¿Y de Corinna?: "Esta relación fue un error que lamento amargamente. Puede parecer trivial, pero a muchos hombres y mujeres se les ha nublado el juicio hasta el punto de no ver lo evidente. Para mí, tuvo un impacto perjudicial en mi reinado y en mi vida. Ha erosionado la armonía y la estabilidad de estos dos aspectos esenciales de mi existencia, lo que finalmente me ha llevado a tomar la difícil decisión de abandonar España".
Muy jugosas son sus declaraciones sobre su querida nuera, la mujer de su hijo, una reina Letizia con quien mantiene una relación más que fría, congelada. Bueno, si a lo que tienen ellos dos se le puede llamar mantener una relación, porque es del todo inexistente: "No ayudó a la cohesión de nuestras relaciones familiares”, lamenta Juan Carlos, admitiendo que entre ellos dos hay un “desacuerdo personal”, evidenciando de forma explícita las tensiones internas que han marcado la convivencia dentro de la familia real desde la llegada de Letizia al Palacio de la Zarzuela en 2003, cuando se anunció su compromiso matrimonial con Felipe. Y no ha rehuido hablar también, en el libro y en las entrevistas, de la Transición y del relevo de Franco.
“Dudé en escribir este libro, pero poco a poco me di cuenta de que los hijos y nietos de mis amigos no tenían la menor idea de Franco ni de la Transición democrática que le siguió. Y, sin embargo, los años setenta no han pasado hace tanto. Creí necesario dar testimonio directo de lo que viví durante treinta y nueve años de servicio a mi país. Por qué mentir, si fue una persona que me hizo rey, y en realidad, me hizo rey para crear un régimen más abierto"... chim pum. No hacen falta comentarios. Ganas de leer el libro... sobre todo de saber qué piensan los miembros de su familia cuando lo lean.