El Teatro Campoamor de Oviedo fue escenario, una vez más, de la gran cita anual de los Premios Princesa de Asturias. Una noche de brillo, emoción y discursos memorables, en la que Leonor volvió a conquistar al público con su seguridad y serenidad. Sin embargo, tras el telón del protocolo y las sonrisas forzadas, se vivió un episodio bochornoso que ha puesto en evidencia el tenso ambiente entre Felipe VI y Letizia.
Lo que debía ser una jornada perfecta terminó dejando a los asistentes, y sobre todo a la escolta de la Casa Real, en estado de alerta máxima. Según testigos cercanos al operativo de seguridad, la tensión entre los reyes fue tal que se vivieron momentos de auténtico nerviosismo. Un desencuentro entre ambos, apenas perceptible desde las cámaras, se desbordó detrás del escenario. Hubo gestos, palabras tensas y, según fuentes del entorno, los escoltas tuvieron que intervenir para evitar que la discusión escalara en público.

Frialdad entre Felipe VI y Letizia en los Premios Princesa de asturias
El incidente, aunque breve, dejó un silencio incómodo entre el personal del equipo real. Letizia, alterada, se apartó del grupo principal, mientras Felipe mantuvo la compostura, saludando con serenidad al resto de invitados. Pero el gesto fue evidente para los que estaban cerca: casi ni se miraron en toda la ceremonia.
La frialdad entre ambos no es nueva. Desde hace años, la relación de los reyes atraviesa una etapa complicada. Todo empezó, según fuentes de Zarzuela, tras el caso Nóos, cuando Letizia exigió que la infanta Cristina fuera apartada de los actos oficiales. Felipe, más conciliador, se negó. A partir de ahí, las diferencias fueron creciendo. Letizia impone, Felipe calla. Y el silencio ha terminado convirtiéndose en distancia.
Desencuentros que no son nuevos
El episodio de Oviedo ha sido la confirmación pública de un deterioro imparable. Los gestos fríos, las miradas esquivas, las sonrisas de compromiso… Todo indica que el matrimonio real ya no funciona más allá de la imagen institucional. Incluso los propios miembros del equipo de seguridad admiten que los viajes oficiales se han convertido en una tarea difícil, con “órdenes cruzadas” y tensión constante.

Este viernes, además, hubo otro detalle que no pasó desapercibido: solicitaron habitaciones separadas. Una decisión que ya se ha vuelto habitual, pero que en esta ocasión generó comentarios dentro del personal de protocolo. Letizia pidió una suite distinta, alegando “motivos de descanso”, aunque todos sabían que se trataba de una nueva muestra de distanciamiento.
Los gritos contenidos y los rostros tensos en los pasillos del teatro se mezclaron con la perfección milimétrica del acto. Mientras Leonor emocionaba al público con su discurso, sus padres apenas cruzaban palabra. Fuentes de Zarzuela intentan minimizar el incidente, hablando de un simple malentendido. Pero dentro de la Casa Real nadie lo niega: Felipe y Letizia ya no se soportan.