Juan Carlos I y Felipe VI mantienen uno de sus mayores distanciamientos desde hace que se vio en la obligación de abdicar por sus polémicas en 2014. El actual monarca está muy cansado de que su padre no le consulte ninguno de sus movimientos. Hace un par de meses tomó la decisión de demandar a Miguel Ángel Revilla por vulnerar su honor en los últimos años. Una demanda que no tiene mucho sentido, ya que no es la persona que más daño a hecho a su imagen pública, pero es simplemente un altavoz para dejar claro que no quiere que nadie continúe haciéndole daño. Sin embargo, esta estrategia le ha salido mal, directamente a él e indirectamente a la Casa Real, que no ha tenido nada que ver y se ha desvinculado totalmente de sus acciones. La ciudadanía ha apoyado al cántabro, e incluso se vio en la obligación de demandar a Corinna Larsen, pero retiró la demanda pocos días más tarde.

Juan Carlos y la Infanta Elena, foto de equipo
Juan Carlos y la Infanta Elena, foto de equipo

Casualmente, el emérito regresaba este fin de semana a España para participar en las regatas celebradas en Sanxenxo este sábado. Hace dos semanas que vino por última vez. El emérito ha aterrizado esta misma mañana en Galicia, aunque su intención era intentar llegar a Madrid para almorzar con la infanta Cristina por su 60 cumpleaños. La hija de la reina Sofía ha reunido a algunos de sus hijos, a su hermana Elena, su sobrina Victoria Federica y a su madre, la reina Sofía, en un conocido restaurante de Madrid. Aunque ya hace más de un año que se divorció oficialmente de Iñaki Urdangarin, no ha conseguido reunir a toda la familia como la infanta Elena hace casi dos años. No ha habido ninguna sorpresa.

Felipe VI no deja que Juan Carlos I ponga un pie en Madrid 

La infanta Cristina siempre ha sido un pilar muy importante para Juan Carlos I. La visita en varias ocasiones en Ginebra porque allí se realiza sus revisiones médicas y además realiza los supuestos pagos a Iñaki Urdangarin para evitar a la Hacienda Pública. Ella también viaja varias veces al año a Abu Dabi con la infanta Elena y algunos de sus nietos.

Juan Carlos I iba a asistir al cumpleaños de la infanta Cristina pero Felipe VI se percató de su movimiento porque le avisaron sus personas de seguridad y no tardó en llamarle para ponerle en sobreaviso. Si pasaba por Madrid ya se podía olvidar de Sanxenxo y de un futuro cercano a España en los últimos años de su vida.

Juan Carlos, Elena, Froilán, Victoria, Cristina y Juan / Gtres
Juan Carlos, Elena, Froilán, Victoria, Cristina y Juan / Gtres