Uno de los villancicos en castellano más famosos que existen, que, quién sabe si alguna vez también han cantado los Borbones en Zarzuela, es aquella que dice que "Hacia Belén va una burra, rin, rin. Yo me remendaba, yo me remendé, yo me eché un remiendo, yo me lo quité. Cargada de chocolate. María, María, ven a acá corriendo, que el chocolatillo se lo están comiendo". Si la versionáramos con el rey Juan Carlos como protagonista, podríamos decir que el que se remendaba, rin, rin, era el emérito, y que lo que se quitó era la ropa, cargado, no de chocolate, sino de testosterona, y que era él, y no María, quien iba corriendo para tener una cita fuera de las paredes de palacio. Como mínimo, eso es lo que se desprende de las palabras de la gran Pilar Eyre en el programa Col·lapse de Jordi González en TV3, que este sábado, con ella o con las visitas de Loquillo y Ramon Pellicer, ha vuelto a ser líder de audiencia con unos datos excepcionales.


Habla la escritora y periodista sobre estas fechas que ahora se acercan, estos días navideños de turrones, de polvorones, de regalos y de comidas en familia. Una familia, los Borbones, donde se hace difícil que hoy por hoy se reproduzca un encuentro familiar normal como el que habrá en muchos hogares del país. "Esta familia cada vez es más nuclear, quiero decir, cada vez en la mesa ponen menos cubiertos" para estas fechas y para estas comidas y cenas, suelta, sarcástico, Jordi. Y Eyre, no solo le da la razón, sino que profundiza en el tema, con una familia que en realidad son dos: "¿Es una familia dividida? Bueno, son dos grupos totalmente desiguales, porque en un grupo hay cuatro y en el otro hay 150, o sea que, claro, no hay ningún equilibrio en esos grupos", dice en referencia al petit comité de la familia real, con los reyes Felipe y Letizia y sus dos hijas, la princesa heredera Leonor y la infanta Sofía, y por otra parte, el resto de la familia, abuelos, tías y primos, con quienes no tienen ningún tipo de relación afectiva.

De todas formas, apunta Eyre, "la Nochebuena siempre ha sido un periodo muy raro en la familia, en la Zarzuela". Y atención a lo que dice: "Tienes que pensar que durante muchos años, a medianoche, Juan Carlos I se largaba de la cena y se iba con su amante Corinna y con su hijo". Como bien apunta el presentador: "¿En Nochebuena? Mientras la gente estaba mirando en la tele el discurso del rey, ¿el rey se iba de 'picos pardos'?". Y Eyre insiste, asegurando que "me han dicho que ni se despedía"... La poca vergüenza de este personaje no tenía ni tiene límite. Un tipo que ni hacía el esfuerzo de mantener las formas o ser hipócrita simulando tener una familia feliz, y que se largaba a media cena de Nochebuena, sin ni despedirse...
🎄 @pilareyre: ¿Cómo será la Navidad en la casa real❓
— 3Cat (@som3cat) December 13, 2025
“La noche de Navidad siempre ha sido extraña en La Zarzuela. Juan Carlos I se marchaba sin despedirse para irse con Corinna Larsen.”#Col·lapse3Cat
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Seguro que Juan Carlos pensaría aquello de "Arre borriquito, arre burro, arre. Anda más deprisa que llegamos tarde. Arre borriquito, vamos a Belén. Que mañana es fiesta y al otro también"... Solo que no era Belén el lugar al que se dirigía el monarca con tanta prisa, sino a casa de Corinna... El espíritu navideño de Juan Carlos... Alguien que para su hijo Felipe y su nuera Letizia, es más bien el Grinch de la Navidad.