Juan Carlos ha tomado una decisión y es la única que le quedaba por tomar: dónde quiere morir. Pero ni en eso es libre. No puede volver a España porque lo tiene prohibido por su hijo que es el jefe del Estado. Pero tiene a su disposición el resto del hemisferio norte para instalarse en cualquier palacio con su fortuna dos mil millonaria. Lo que tiene decidido es poner punto final a su etapa en el Golfo Pérsico. Han sido 5 años desde que el verano en plena pandemia fijaba residencia en el desierto de Abu Dhabi protegido por sus mecenas, los jeques, que le permitían conservar los millones sin hacer preguntas sobre su origen ilegal. Pero el emérito ya mira la muerte y si bien no sufre una enfermedad mortal, sabe que su canción toca los últimos acuerdos. En enero cumplirá 88 años y la amenaza de la silla de ruedas por|para sus problemas de movilidad vaticina un final precipitado. Quiere pasar sus últimos meses más cerca de España y ya empieza a hacer las maletas para vivir, y morir, en Portugal.

Lo que hasta ahora era un rumor ya es una noticia. El digital afín en la Corona, Monarquía confidencial, cita fuentes próximas a Juan Carlos para publicar que el emérito ya busca casa en el país que tiene más frontera con España. El problema que no menciona la prensa monárquica es que Portugal pertenece a la Unión Europea y la fortuna opaca del emérito lo tendrá que declarar al fisco como residente fiscal. Hará falta mucha barra, muchos contactos o muchos sobornos para conseguir que la Hacienda de Portugal no investigue las cuentas del nuevo ciudadano portugués, nacido italiano, en Roma, y anterior rey español. El digital es muy claro: "Juan Carlos I busca residencia en Portugal: “Si sigo en el exilio, por lo menos que sea cerca de España, como mi padre”. Puestos a escoger un país muy próximo a España y que no le busque las cosquillas fiscales habría sido mejor fijar su residencia en Andorra. Y tendría cerca a la que muchos consideran una de sus examantes: la baronesa Thyssen. Portugal, sin embargo, es un paraíso para los borbones. No un paraíso fiscal.

Los amigos del rey en Sanxenxo relatan la mudanza a los medios:"Juan Carlos ha expresado su deseo de instalarse en un país que tiene vínculos culturales e históricos con España, en el que, además, la cercanía geográfica le permita mantener contacto más cercano con sus hijas y amigos afincados en territorio español.. Sus continuos viajes a Sanxenxo y sus revisiones médicas en Vitoria, entre otros desplazamientos, serían más cortos y no agotarían físicamente al rey”, comentan. Se están evaluando distintas opciones residenciales en la costa portuguesa, concretamente en zonas como Cascais o Estoril, lugares que ya acogieron en el pasado a miembros de la familia Borbón durante el franquismoy donde él también residió siendo joven".

Juan Carlos está apagándose. Ni sus viajes a Ginebra para someterse a terapias de medicina regenerativa están echando atrás el reloj. Las hojas del calendario caen veloces y quiere hacer su penúltimo viaje. El último ya será en una caja, y será corto: Cascais-Madrid.