Casa Real ghoza de la paradoja de vivir dentro de un palacio enorme para una familia cada vez más pequeña. Lejanas las épocas de los tres hijos de Juan Carlos casados y con criaturas en las escaleras de Zarzuela. Letizia se lo queda todo. Pero en el primer acto oficial de la semana, la reina se ha encontrado a un viejo conocido: su cuñado. Letizia tiene cuatro cuñados: los de las hermanas Érika y Telma, Iñaki Urdangarin y el cuñado menos malo: Jaime de Marichalar. Expulsado del paraíso, se afana por hacerse una foto con los reyes. Nunca desde el divorcio había estado tan cerca.
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Era un acto en el Palacio de El Pardo de entrega de Premios de Investigación. Felipe pronunciaba el discurso "Agradecemos vuestra ejemplar entrega y compromiso en favor de la ciencia y el saber" y el auditorio piensa qué tiene que ver con eso el Duque de Lujo, como se llamaba al exduque de Lugo por su adicción a las piezas de lujo y las marcas caras. El look de Marichalar es hortera: camisa a rayas verdes y corbata verde. Como ya es sabido, la corbata verde es la que utilizan los monárquicos cuando quieren parecer súbditos: "Viva El Rey De España".
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No se puede ser más pelota, adulador y cínico. En lugar de mantener a su matrimonio con la hermana mayor de Felipe se disfraza de verde para gritar Viva el Rey en un acto científico.
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Será que la ciencia lo salvó de morir por un ictus poco explicado. Telecinco lo atribuyó a "vida difusa, fiestas y tomaba productos." Letizia ha evitado la foto maldita. Marichalar en la misma sala pero lejos.