Irene de Grecia es una más en la familia. Para Felipe VI, Cristina y Elena siempre ha sido como una segunda madre. Vino a Zarzuela por unos días, pero finalmente terminó quedándose de forma indefinida al no encontrar un hombre que se casase con ella para formar una familia. Es la hermana de la reina Sofía, pero también su confidente y amiga íntima, ese brazo en le que llorar cuando se sintió humillada por las infidelidades de Juan Carlos I. Sin embargo, ahora poco queda ya de ella. Y es que hace tres años que la tía Pecu combate el Alzheimer. La enfermedad ha evolucionado a pasos agigantados a pesar de todos los esfuerzos que se han hecho desde Casa Real para frenarla.

A día de hoy Irene de Grecia permanece en un ala de Zarzuela con el personal sanitario que la asiste las 24 horas del día. Tiene a disposición a los mejores neurólogos de España, pero ya ni tan siquiera se levanta de la cama. Ha olvidado funciones básicas, y todo su pasado, incluso su propio nombre.
Ver a Irene de Grecia de esta forma es muy doloroso, especialmente para la reina Sofía. Es como si hubiese perdido a su otra mitad. Se ha quedado totalmente sola, porque también falleció su hermano Constantino a causa de un derrame cerebral.
Ahora mismo Irene de Grecia no se acuerda absolutamente de nada. Por ello cuando enfermó de Alzheimer iba cogida del brazo de Letizia y muy sonriente. Ya no recordaba que nunca la quiso. La hermana de la reina Sofía tenía animadversión por la mujer de Felipe VI. Sabía que su hermana no la quería y por tanto ella tampoco, además era una plebeya. Una mancha para la familia.
Irene de Grecia siempre vio a los Ortiz Rocasolano como inferiores
Irene de Grecia siempre ha mostrado distanciamiento con la familia de Letizia. No la soportaba. Los veía como inferiores y prefería no tener contacto con ellos. Hola y adiós por educación. Veía que los Ortiz Rocasolano eran una familia demasiado campechana, no estaban preparados para formar parte de la élite más exclusiva. Los Borbón se sentían ridículos al lado de ellos.
Hace años Irene de Grecia acompañaba a la reina Sofía a todas partes, incluso a los Premios Princesa de Asturias, y siempre le pedía a su hermana no sentarse al lado de los Ortiz Rocasolano. La familia las dividían en dos bandos, por un lado los padres de Letizia y por el otro los padres de Felipe VI. Todos ilusionado, eso sí, con el debut de Leonor en los Premios Princesa de Asturias.
