La infanta Sofía no está atravesando su mejor momento. Lo que debía ser un verano tranquilo antes de su entrada en la universidad se ha convertido en una etapa complicada. Un verano negro. Una mezcla de nostalgia, tristeza y cambios importantes. Su ruptura con una de las personas más importantes de su vida ha marcado estos meses.
En mayo, Sofía terminó su formación en el UWC Atlantic College de Gales. Allí pasó dos años intensos. Un internado exigente. Un entorno multicultural. Y, sobre todo, un lugar donde pudo vivir alejada del protocolo y la presión de su madre, Letizia. La elección no fue casual. Felipe VI y la reina quisieron que sus dos hijas tuvieran las mismas oportunidades. Leonor había estudiado allí antes y siempre habló bien de la experiencia. Sofía llegó motivada.

De ser amigas íntimas en Gales a no tener contacto desde que volvió a Madrid
El centro le permitió hacer amigos de todas partes. Más de la mitad de su clase era de habla hispana. El inglés no fue un obstáculo. Rápidamente se integró. Y entre todas las amistades, una destacó. Una chica española, de su misma edad, compañera de clase. Se hicieron inseparables. Pasaban todo el tiempo juntas. Viajes, estudios, confidencias. Una amistad intensa que se convirtió en su mayor apoyo. Pero algo se rompió. No se sabe qué pasó exactamente. Al regresar a Madrid, dejaron de verse. Ni un encuentro desde la graduación. En aquella ceremonia ya se notó una frialdad nueva.
Para Sofía, ha sido un golpe duro. La separación ha dejado un vacío. Esta persona había sido un pilar en su adolescencia. Ahora, la ausencia pesa. Tanto, que la infanta ha recurrido a ayuda profesional. Su equipo psicológico está trabajando con ella para que pueda superar este bache emocional. Las relaciones en la adolescencia son decisivas. Marcan la personalidad. Moldean la forma de confiar en los demás. Y esta pérdida, en un momento de tantos cambios, ha sido especialmente difícil.

Se espera que la nueva etapa en Lisboa le ayude a cerrar heridas
Mientras tanto, intenta ocupar su tiempo. Ha viajado con la familia. Ha visto a otros amigos. Pero la herida sigue ahí. No es fácil desconectar cuando el vínculo ha sido tan profundo. En septiembre comenzará una nueva etapa en el Forward College. Un proyecto universitario internacional. Primer año en Lisboa. Segundo en París. Tercero en Berlín. Estudiará Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales. Este cambio podría ser una oportunidad para reconstruirse. Nuevas amistades. Nuevos retos. Un entorno distinto que le permita pasar página.
En la Casa Real se intenta restar importancia. Oficialmente, todo marcha bien. Pero quienes la conocen saben que Sofía está lidiando con más de lo que aparenta. Y que, por primera vez, la infanta necesita mucho apoyo.