La infanta Sofía empieza a cobrar un papel más relevante en la institución desde que cumplió la mayoría de edad el pasado mes de abril. Aunque Felipe VI y Letizia no quieren sobreexponer a sus hijas, creen que ha llegado el momento de que participen activamente en la corona. La benjamina de la familia reapareció el pasado fin de semana con el presidente de Portugal, ya que este año estudia en Lisboa, en la Forward College. La semana anterior participó en el desfile de las Fuerzas Armadas del 12 de octubre para mostrar unidad familiar, y por primera vez estuvo presente en el besamanos. En estos premios Princesa de Asturias, que coincidían con un día lectivo, los reyes también han querido que apoye a su hermana.
Sofía nunca ha rechistado, siempre ha obedecido las órdenes, sabe perfectamente cuál es su sitio, aunque como les sucedió a Cristina y Elena, la infanta sufre celos de Leonor. Ella es la principal en la familia, la gran protagonista, por lo menos de cara al público, en los actos institucionales. Todo el peso de la corona recae en ella. La más pequeña de momento se queda con un papel residual, casi de acompañamiento, no tiene ni voz ni voto.
La infanta Sofía se rebela contra Letizia
Letizia siempre le pone órdenes. A sus 18 años aún no puede sacar a relucir su personalidad. En todos los actos institucionales, como el 12 de octubre, la visten como una señora mayor, de cuarenta años como mínimo. Siempre con colores oscuros que le restan luz y protagonismo, esa es la intención. Además, nunca puede utilizar tacones altos, algo que le gusta mucho, porque eclipsa a su hermana mayor, ya que ella es la más alta de la familia, ha heredado los genes Borbón, Leonor se ha quedado más como Letizia.
Parece que Casa Real habría leído ElNacional porque en sus últimas apariciones en los premios Princesa de Asturias el estilismo es totalmente distinto al que no tiene acostumbrados. La hija pequeña de los monarcas ha reaparecido con un traje chaqueta de color rojo, un estilo al que llevó Leonor hace unos años. Es la primera vez que no usa un vestido. Por fin luce como su hermana, con elegancia y con un color que la haga destacar, esta vez hasta por encima de la princesa, ya que ella lucía de color oscuro.
