La princesa Leonor y la infanta Sofía siempre han estado muy unidas. Desde que eran muy pequeñas, su vínculo ha sido fuerte y muy estrecho. Una relación de dos en la que una no hacía nada sin que lo sepa la otra. Confidencias, secretos, cotilleos… El tiempo, sin embargo, lo ha cambiado todo. Esta relación inquebrantable ha dado lugar a una marcada por la distancia física y emocional. Han empezado a tener motivaciones y obligaciones distintas que han derivado en cierto distanciamiento y en que su relación no esté en su mejor momento.
El principal factor que ha propiciado esta distancia ha sido la diferencia de caminos que ambas han tomado. Leonor, como heredera al trono, está inmersa en su formación militar. Actualmente se encuentra embarcada en la fragata Blas de Lezo. Allí, su rutina es intensa y exigente. Y deja poco margen para la vida personal, incluso con su propia familia. Se comunica habitualmente con sus padres, pero el contacto con su hermana es casi nulo.

La relación entre Leonor y Sofía se enfría en la distancia
Mientras tanto, Sofía acaba de finalizar su etapa en el prestigioso UWC Atlantic College de Gales, donde ha cursado el Bachillerato Internacional. Esta experiencia le ha aportado no solo conocimientos, sino también independencia, lejos del foco mediático y de las estrictas normas de la vida en palacio. La joven ha descubierto un estilo de vida que, al parecer, no está dispuesta a abandonar.
Ahora Sofía ya ha vuelto a Madrid. Y en unas semanas lo hará Leonor. Después del Blas de Lezo volverá a embarcar unos días en el buque escuela Juan Sebastián Elcano, antes de regresar a Zarzuela a mediados de julio. Pero los planes inmediatos de ambas no invitan a pensar en que su relación recuperará los lazos de antaño.

Les esperan caminos muy distantes
Leonor, a mediados de agosto, volverá a marcharse. En esta ocasión, a realizar su tercera etapa de formación militar en la Academia General del Aire en Murcia. Sofía, por su parte, se quiere ir a estudiar al extranjero. Su madre, la reina Letizia, quería que se quedara a estudiar en Madrid. Pero como decíamos, la infanta ya ha experimentado una libertad lejos del control de su madre que no quiere perder. Sus intenciones pasan por irse a estudiar al extranjero, probablemente a Estados Unidos. Teniendo en cuenta que allí pasará los próximos cinco años, los encuentros con su hermana se limitarán a periodos estivales o vacaciones de Navidad. Y eso si Leonor no tiene compromisos. Además, ambas muestran reticencia a regresar a Madrid, donde el ambiente en Zarzuela es descrito como tenso y lleno de recuerdos dolorosos, marcados por gritos y discusiones constantes entre sus padres.
Quienes las conocen aseguran que el cariño sigue intacto. Pero es innegable que, hoy por hoy, Leonor y Sofía caminan en direcciones opuestas. Y que su relación, al menos por ahora, no atraviesa su mejor etapa.