La infanta Elena se mantiene en un discreto segundo plano desde que Casa Real le retiró sus funciones institucionales. No obstante, es la única que aún tiene varios compromisos al año. La hermana de Felipe VI se ocupa de algún tema relacionado con los toros, ya que la actual monarquía no quiere relacionarse con la tauromaquia, y la hija de Juan Carlos I es una fanática. En los últimos años ha desafiado a su hermano ayudando a su progenitor. La madre de Victoria Federica y Froilán se ha convertido en su sombra en estos últimos cinco años. Le ha visitado en Abu Dabi en más de 60 ocasiones. Reformó su vivienda para adaptarla a una persona con movilidad reducida. Incluso le acompaña a todas las regatas en Sanxenxo, y participó contra él en el último campeonato del mundo de vela 6M en Nueva York.

infanta elena dia hispanidad
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El emérito nunca había tenido una gran confianza depositada en la infanta Elena. De hecho, Juan Carlos I ya no quería tener más hijos con la reina Sofía porque no estaba enamorado. Sin embargo, en el primer nacimiento nació una mujer y en aquella época la constitución decía que debía ser un hombre quien heredase el trono. Felipe VI llegó porque el exmonarca no se atrevió a cambiar la constitución para hacer heredera a su hija mayor, la consideraba un poco corta, no la veía capacitada para el puesto. Ahora sin embargo son uña y carne y su apoyo más importante en los momentos más difíciles. Está muy agradecido y sabe que se equivocó.

La infanta Elena era adicta a la teletienda 

La infanta Elena es querida por su grupo de amigos y por cualquiera que tiene trato con ella. Parece una mujer muy seria, pero es sensible y no tiene tan mal carácter. Es la más divertida de toda la familia. Hace un tiempo se destapó uno de los mayores secretos de la hermana de la infanta Cristina. Lo mantuvo oculto desde los 27 años y nunca lo compartió con su padre. Según 'La Razón', se ha descubierto que la primogénita de Juan Carlos y Sofía tenía una adicción a la teletienda, comprando casi todos los productos anunciados, especialmente aquellos que prometían una pérdida de peso rápida y sencilla.

Tenía que ingeniárselas para que Juan Carlos I y la reina Sofía no se enterasen de que se pasaba las madrugadas despierta viendo anuncios y comprando y que no encontrasen esos paquetes. Cuando la descubrieron envió esos paquetes a la casa de los hermanos Fuster, íntimos amigos de Felipe VI.

"Año 1990, Palacio de la Zarzuela, nadie tiene la más mínima sospecha de lo que ocurrre cada noche. La adicción de doña Elena es... La teletienda. Elena repetía cada madrugada el mismo ritual, comprar casi todo lo que veía en la teletienda. Casi todo le gustaba pero su debilidad eran los productos adelgazantes. Para evitar que su familia se enterara y la metieran en una clínica de desintoxicación se buscó unos complices: los hermanos Fuster (amics de la família). Ellos eran las personas que recogían la mercancía comprada por doña Elena”, añaden desde ‘Socialité’.

Se convirtió en una adicción. Tal y como reveló el programa de Telecinco, sus padres la llevaron con especialistas. Estuvo en tratamiento médico durante nueve meses.

Infanta Elena en el acto de la fundación Mapfre EFE
Infanta Elena en el acto de la fundación Mapfre EFE