La infanta Elena ha tenido que callar muchas veces y se ha sentido avergonzada delante de su hermano. Siempre por culpa de sus hijos. Froilán y Victoria Federica son muy Borbón, metidos en polémicas, especialmente cuando eran más adolescentes. Utilizaban el poder de su apellido y se creían los dioses de España. Se podrían enumerar infinidad de polémicas donde ambos han participado y no se acabaría este artículo. Parece que su hija ha enderezado su camino. Ahora se dedica a las redes sociales, participa en photocalls y programas de televisión, es uno de los rostros más demandados y mejor pagados.
El talón de Aquiles de la infanta Elena es Froilán. De su hijo se ha sentido avergonzado en multitud de ocasiones y ya no ha sabido como defenderle. Siempre se ha llevado reprimendas pero nunca ha atendido a razones. El comportamiento del joven cambió cuando sus padres se divorciaron, como una especie de rebeldía adolescente, pero ha continuado con los años. En la actualidad tiene 27 años, pero se comporta como un niño de 13.
Froilán no cambiará nunca, el truco que utiliza la infanta Elena para que no aparezca nada e él
Froilán no encuentra su sitio, continúa priorizando las fiestas, el alcohol, las discotecas y las mujeres. Es muy parecido a su abuelo, por ello tienen una gran relación y es su nieto favorito, no solo por ser el primero. Hace un par de años participó en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca del lujoso barrio de Salamanca la madrugada del día de Navidad, y un mes más tarde fue desalojado de un after ilegal que superaba el aforo permitido y en el que se encontraron sustancias estupefacientes.
Felipe VI y Letizia pidieron a la infanta Elena que tomase una decisión en el asunto o serían ellos quienes tomarían una peor. Finalmente decidió pedirle ayuda a su padre y se trasladó a los Emiratos Árabes. Froilán va donde vaya su abuelo. No obstante, ha aparecido por España en multitud de ocasiones. Intenta ser muy discreto pero es algo complicado.
A veces se han hablado de malas actuaciones de él en reservados VIP de las discotecas pero la infanta Elena ha pagado a sus amigos para que le protejan e intenten que no salga nada a la luz de su comportamiento. Ni tampoco que se le vea beber en exceso, algunas veces ha acabado algo perjudicado.
