La infanta Elena es la primera hija del matrimonio formado por Juan Carlos I y la reina Sofía. Podría haber sido perfectamente el único hijo de los eméritos si hubiese sido un hombre, ya que el exmonarca no estaba enamorado de la hermana de Irene de Grecia y no estaba dispuesto a mantener esta farsa mucho más tiempo. Era un matrimonio de mentira. Sus padres les obligaron a casarse para unir dos monarquías, pero el padre de Felipe VI estaba enamorado de otra persona. Mientras su hija Elena crecía llegó Cristina, otra mujer. Era el segundo intento y una nueva frustración porque los entonces reyes solo mantenían relaciones de cama para dar a luz al varón que heredaría el trono en el futuro. Juan Carlos consultó si era posible cambiar la Constitución para que una mujer pudiese heredar el trono. En este caso Elena de Borbón hubiese sido la actual reina y Froilán el príncipe y futuro heredero, cuesta imaginarse esa historia, a Juan Carlos I también le costaba.

Froilán y la infanta Elena en los toros / Gtres
Froilán y la infanta Elena en los toros / Gtres

Juan Carlos I sabía que la infanta Elena no estaba preparada para esa labor, era un reto que le quedaba demasiado grande. Nunca ha tenido confianza en ella. La definían como un poco “tonta”. La hermana de Felipe VI quería ser bailarina, de hecho hizo clases de ballet en su adolescencia y tenía talento, pero no estaría bien visto que una hija de unos reyes se dedicase al mundo artístico. Por ello terminó formándose y yendo a la universidad.

La infanta Elena era adicta a las tiendas compulsivas 

Como Victoria Federica o Froilán, la infanta Elena también ha dado demasiados quebraderos de cabeza a Juan Carlos I y la reina Sofía, pero en aquella época no había tanto acceso a la universidad y solo se publicaba lo que interesaba a las personas protagonistas de la historia. Pero ahora se ha descubierto que la hermana de Felipe VI tenía un problema grave que la ayudó a acudir a terapia para tratarse. Una adicción. Adicción a las compras compulsivas.

En su época de juventud, la teletienda era uno de los programas que más se publicaba en la televisión, especialmente a primera hora del día y a última. También aparecían algunos anuncios. La infanta Elena llamaba al número que aparecía en pantalla en secreto y pedía todo lo que veía, aunque fueran objetos inservibles. Sus padres la descubrieron y la obligaron a acudir a terapia. Los hermanos Fuster fueron sus aliados, enviaba las cosas que se compraba a la casa de los amigos de su hermano, así sus padres no se daban cuenta. A día de hoy continúa con su obsesión a las compras, pero online.

infanta elena de niña
infanta elena de niña