Por ahora no se espera que la infanta Cristina se instale definitivamente en Barcelona, aunque se ha comprado un piso que ha reformado en su totalidad. Las obras ya han terminado y no parece que vaya a dar ese paso. De hecho, siempre que viene a la ciudad condal se queda en un hotel. La hija de la reina Sofía no volverá a España de forma permanente hasta el momento en que herede la multimillonaria fortuna de Juan Carlos I. El régimen fiscal de Suiza beneficia a estos grandes patrimonios, no pasará por las manos de Hacienda, ni tan siquiera en el momento que vuelva a España. Así el dinero estará limpio.
La infanta Cristina se aloja en la calle Manuel de Falla
La infanta Cristina visita habitualmente a su madre en Zarzuela, vive a caballo entre Barcelona y Madrid. En la ciudad condal, donde tiene grandes amigos y muchos recuerdos, visita a Pablo Urdangarin. Le apoya siempre en sus partidos de balonmano. La ex de Iñaki Urdangarin siempre se desplaza a los partidos de balonmano de su hijo, a Granollers, en coche, pero no conduce ella. Nunca hemos vistos a la infanta conducir un vehículo. Siempre aparecen fotos de ella en el lado del copiloto. Acompañada por Iñaki Urdangarin, por alguno de sus hijos, o incluso por Felipe VI, cuando fueron juntos a una boda. Ella nunca pone las manos en el volante, pero bien carnet de conducir, lo que tiene un miedo que le bloquea y le impide conducir. Se sacó el carnet en Barcelona al cumplir la mayoría de edad, pero cuando inició una relación con Iñaki nunca más cogió un coche. Siempre se la ha visto con un chofer o en taxis. Solo conduce si realmente es algo muy urgente y necesario.
Siempre que viene a Barcelona, la infanta Cristina se aloja en el AC Suites Victoria que se ubica en Pedralbes, a escasos metros de la Diagonal y de las oficinas La Caixa en las que ella trabaja. De esta forma se puede desplazar con facilidad, además la zona es muy tranquila.
Parece que esta última vez habría cambiado este hotel por un piso. Se la habría visto en la calle Manuel de Falla, muy cerca de la plaza Artós, en el barrio de Sarria. Son los vecinos los que han dado la voz de alarma al ver que siempre hay guardaespaldas en la zona y un coche negro apartado con chofer.
