La infanta Cristina compró hace un par de años un piso en Barcelona, justamente en el mismo edificio en el que empezó su historia de amor con Iñaki Urdangarin, el hombre de su vida al que, aunque no estén juntos, no puede olvidar. La hija de la reina Sofía estaba muy enamorada y el divorcio fue uno de los golpes más duros que recuerda. Justamente dio el paso de volver a España cuando Irene Urdangarin suspendió las pruebas de acceso a la universidad de Lausana y tuvo que pensar en otro futuro. La idea es quedarse mínimo cuatro años más con su hija en Suiza, así también podría tener su domicilio fiscal fuera de España y olvidarse de la Hacienda Pública en el momento en que herede la gran fortuna de sus padres.
Otro de los motivos que han llevado a la infanta Cristina a volver a España son sus padres, especialmente la reina Sofía. Ella siempre ha sido mucho más cercana a su madre. La emérita la ha ayudado mucho en sus peores momentos. Estuvo presente en Washington y Ginebra cuando Iñaki ingresó en prisión. La ayudó con sus cuatro nietos. También visitaba a Iñaki en la cárcel muy a menudo. Ahora la hermana de Felipe VI cree que debe devolverle estos favores. Sus padres son muy mayores y no quiere dejarles solos. Quiere pasar el mayor tiempo posible con ellos en sus últimos años de vida, es una realidad.
El estado anímico de la reina Sofía preocupa a todos
Sabe que la reina Sofía no está bien. Ya hace meses tuvo una reunión con sus otros dos hermanos, Elena y Felipe VI, en el que decidieron pasar tiempo con la emérita para intentar que no estuviese sola tanto tiempo. La exmonarca ha sufrido unos años muy complicados y su estado anímico en estos momentos está por los suelos. Falleció su hermano Constantino de Grecia a causa de un derrame cerebral e Irene de Grecia le detectaron Alzheimer. Ha perdido en tan solo unos meses a sus dos pilares más importantes. Para colmo su familia está totalmente rota. Se ve muy sola.
La infanta Cristina ha pedido un favor muy grande a sus cuatro hijos. Les ha hablado del estado de salud de su abuela sin mentiras y les ha pedido que pasen más tiempo con ella. Quiere que saquen tiempo de sus agendas para compartir tiempo de calidad con ella, vivir momentos únicos que le saquen una sonrisa y escape de esa tristeza que la amarga y la retiene en su habitación encerrada sin querer recibir visitas.