La infanta Cristina ha decidido, un verano más, organizar unas vacaciones alejadas de la isla de Mallorca, donde tradicionalmente se reúne la familia real. Para ello, ha optado por alquilar una casa exclusiva que ronda los 3.000 euros la noche, buscando un destino alternativo que le permita disfrutar de unos días de descanso en familia sin coincidir con la reina Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía.
No es la primera vez que Cristina se desvincula del habitual verano en Marivent. El año pasado, eligió pasar sus vacaciones en la isla de Creta, y este 2025 todo apunta a que el destino podría repetirse. Otra opción sobre la mesa sería Portugal, concretamente Estoril o Cascáis, zonas de fuerte carga simbólica para la familia Borbón y cercanas al rey Juan Carlos, con quien Cristina mantiene una relación muy estrecha.
La decisión de evitar la isla balear no responde a un distanciamiento con toda la familia real, sino más bien a un deseo de no coincidir con Letizia y sus hijas, que suelen concentrar gran parte de la atención mediática durante el verano. Desde hace años, Cristina mantiene una relación distante con la reina, y esa tensión se traduce en agendas veraniegas separadas. En cambio, continúa compartiendo planes y encuentros con su padre y con su hermana, la infanta Elena, con quien sí conserva una relación cercana y habitual.
Una estrategia discreta y cada vez más habitual
Con los años, Cristina ha ido construyendo una dinámica propia para el verano, alejada del foco mediático y de los compromisos públicos. Lejos quedaron las imágenes familiares en Marivent o los tradicionales posados en Palma. Desde que su papel institucional quedó en segundo plano, la infanta ha optado por entornos más privados, donde pueda disfrutar del verano en compañía de sus hijos y lejos de cualquier tipo de exposición pública.

Las viviendas vacacionales que suele alquilar se caracterizan por ofrecer todas las comodidades: seguridad, privacidad, acceso directo al mar y una ubicación alejada del bullicio. Este tipo de alojamientos, con precios que superan los 3.000 euros por noche, permiten a Cristina mantener la intimidad sin renunciar a un entorno exclusivo.
Todo apunta a que este verano seguirá la misma línea. Aunque no se han confirmado fechas ni destinos concretos, las previsiones indican que, al igual que en años anteriores, la infanta no pondrá rumbo a Mallorca. La coincidencia con Letizia y sus hijas está descartada y, en su lugar, Cristina elegirá un entorno más tranquilo, con un perfil bajo y centrado en pasar tiempo con los suyos sin interferencias ni tensiones innecesarias.