Tras años marcados por escándalos y juicios, Iñaki Urdangarin ha logrado mantenerse fuera del foco mediático. Sin embargo, lejos del ojo público, sus movimientos financieros no han pasado desapercibidos. Desde que comenzó su relación con Ainhoa Armentia, su vida ha cambiado por completo. Y se han desatado las sospechas.

Iñaki y Ainhoa coincidieron en un despacho de abogados y, aunque sus respectivos matrimonios ya mostraban signos de desgaste, fue esta nueva relación la que precipitó el final. En 2021, unas imágenes de Urdangarin paseando con Armentia en la costa francesa llegaron a la prensa, provocando el anuncio oficial de su ruptura con la infanta Cristina.

Infanta Cristina e Iñaki
Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin

La vida de Iñaki Urdangarin no concuerda con su estilo de vida

A raíz del divorcio, Urdangarin aseguró vivir con apenas 900 euros mensuales, producto de una pensión. Sin embargo, los viajes frecuentes, estancias en hoteles de lujo y cenas en los mejores restaurantes contradicen esa versión. Lo cierto es que su estilo de vida actual dista mucho del de alguien en apuros económicos.

En este contexto, Elcierredigital arrojó luz sobre los posibles orígenes de su solvencia. Según el portal digital, Iñaki habría recibido una oferta millonaria de una editorial para publicar las memorias que escribió mientras estuvo en prisión en las que recoge episodios comprometidos de miembros de la casa real, especialmente de Juan Carlos I. Y el ex deportista aprovechó la ocasión para jugar bien sus cartas. Reclamó a la casa real que cubriera la oferta para no publicar sus secretos. Y así habría sido.

Ainhoa Armentia i Iñaki Urdangarin / Instagram
Ainhoa Armentia e Iñaki Urdangarin / Instagram

Iñaki Urdangarin se hace de oro en el divorcio de la infanta Cristina

Según el medio mencionado, Iñaki consiguió en su divorcio de la infanta una pensión vitalicia de entre 25.000 y 50.000 euros mensuales, además de una indemnización de dos millones de euros. Un dinero que habría sido canalizado desde cuentas en Suiza vinculadas a Juan Carlos I.

Aunque el exduque no se ha pronunciado respecto a estas informaciones, los hechos apuntan en una dirección. Ni él ni Armentia han vuelto a trabajar de forma conocida, y aun así llevan un tren de vida difícil de justificar con ingresos ordinarios. Ainhoa, que abandonó su puesto en el despacho tras iniciar su relación con Iñaki, tampoco parece haber regresado al mundo laboral.

La última jugada de Urdangarin, según algunas fuentes, habría sido la adquisición de viviendas y propiedades en el extranjero. Estas compras, que se estarían haciendo a través de sociedades opacas, no solo funcionarían como forma de movilizar capital, sino que también le permitirían preparar un futuro estable para sus hijos.