La iglesia se ha visto cada vez más apartada en España por parte de Casa Real. Desde que Felipe VI y Letizia heredaron el trono, la religión ha perdido fuerza. La reina se declara agnóstica confesa y no quiere ningún compromiso religioso en su agenda, por ello todos esos actos institucionales recaen en la reina Sofía. Aunque en estas últimas semanas, como el resto de mandatarios y representantes de países de todo el mundo, ha acudido al funeral del Papa Francisco y a la misa por el nuevo Pontificado de León XIV, que se ha celebrado este mismo domingo 18 de mayo. La reina mostró al monarca su desacuerdo, no quería acudir a la misa porque creía que no era necesaria su presencia, pedía a Felipe VI que fuese solo.
La institución culpa a Casa Real, en concreto a Letizia, como los principales culpables de la pérdida de poder en España. Cada vez son menos las persona que acuden a misa o apoyan a la iglesia. Eso es porque esos valores no se transmiten, según su opinión. Letizia nunca ha mostrado interés por la religión, pero tampoco sus hijas que deben mostrar ese sentimiento a la gente de su edad, que ya de por sí confían poco en la iglesia.
Como estaba previsto y con tal de no enfadar más a la iglesia, Felipe VI obligó a Letizia a asistir a la misa que se celebró en la plaza de San Pedro, en Roma, justo donde estuvieron sentados hace escasas semanas.
Felipe VI obligó a Letizia a asistir a la misa, pero no se santiguó ni comulgó
La iglesia puso toda la atención en Letizia y en su comportamiento frente a la misa. Todos los gestos fueron analizados con lupa. Su cara de aburrimiento y más aún que ni tan siquiera se santiguaba ni comulgó. No participa en ningún acto religioso, solo ha hecho acto de presencia. Ha llegado justo a tiempo y ha querido marcharse volando sin dejar rastro. No aguantaba ni un segundo más en la misa. No son valores que van con ella y por muy reina que sea no quiere dar una imagen que no se corresponde con la realidad.
Es de la única representante de un país que la iglesia se avergüenza siempre en actos religiosos a los que asiste, nada que ver con el resto. Por ello, Felipe VI siempre acaba disculpándose con la diócesis.
Los reyes no acudían a un acto de este calibre desde 2014, poco después de la proclamación del Papa Francisco, para conocerle en persona. Justo en aquella época ellos habían heredado el trono tras la abdicación del exmonarca.
Una vez que Letizia se convirtió en reina se saltó todos los protocolos y acudió a la visita con el Papa Francisco de riguroso blanco. Esa forma de vestir es un privilegio para muy pocas, solo para las reinas católicas.