Letizia lleva semanas mostrando su preocupación con Leonor. En el último mes, ha discutido en varias ocasiones con Felipe VI. Ella quería acercarse hasta uno de los puertos en los que el buque escuela Juan Sebastián Elcano hace escala para reencontrarse con ella y poder hablar de la situación; sin embargo, el monarca no la dejaba. Todos los guardiamarinas echan mucho de menos a sus familiares y a la princesa no se le puede dar un trato especial. Es parte de su formación y crecimiento personal. El monarca sabe que es una experiencia muy dura pero también muy enriquecedora. Entiende que son otros tiempos y está sufriendo demasiado la presión mediática, pero Casa Real ya actuó en consecuencia cuando se filtraron las imágenes de unas cámaras de seguridad de un centro comercial en Punta Arenas.

Leonor con la vela
Leonor con la vela

Leonor supera ya los tres meses de travesía y ha recibido una sorpresa especial como el resto de guardiamarinas. Sus días de permiso en Panamá no iban a ser como los plantearon en el camarote, tendrían visitas turísticas, pero también mucho tiempo libre para conocer el país con otras personas conocidas, sus familiares. Mientras el buque escuela atracaba en puerto, Letizia y el resto de madres ya esperaban con ilusión en sus rostros la llegada de sus hijos, a los que hace casi cuatro meses que no ven desde que se despidieron el pasado 11 de enero en Cádiz.

Debido a la presión mediática, Leonor ha llamado en varias ocasiones a sus padres para abandonar esta aventura. Sin embargo, Felipe VI le ha aconsejado que continúe hasta el final. Letizia, sin embargo, es mucho más vulnerable e insistía con traerla de vuelta a España. De hecho, los reyes discutieron por el cumpleaños de la princesa. La monarca quería que su hija estuviese presente en el 18 cumpleaños de la infanta Sofía. Finalmente debido a la ausencia de Leonor y el apagón un día antes, se canceló el cumpleaños y se desconoce cuando se celebrará.

Letizia tomó medidas drásticas con los escoltas que acompañan a Leonor en esta aventura 

Letizia se fundió en un emotivo abrazo con su hija porque al final antes que reina es madre. Leonor no quería que viniese, no por no quererla sino porque sabe cómo es. Una mujer muy controladora, le gusta imponer sus propias normas y que todo esté en orden. Sabe que se atrevería a hablar con los oficiales sobre su hija, pero también con los escoltas, con los que está muy enfadada por los acontecimientos de los primeros meses.

La reina despidió a 2 de los cinco guardaespaldas que la acompañaban en Punta Arenas el día en el que se filtraron las fotografías del centro comercial y las del pub en las que se veía a la joven con una jarra de cerveza. Envió a dos nuevos escoltas y trajo a los otros a España. Reforzó la seguridad de la princesa. Les dio nuevamente instrucciones, muy enfadada. No podía volver a suceder algo así.

Leonor en Valparaíso
Leonor en Valparaíso