En clave royal, o mejor dicho, en clave royal hispana, las últimas horas han venido marcadas por la graduación/celebración de cumpleaños de la hija de Iñaki Urdangarin y la infanta Cristina, una Irene protagonista de una nueva reunión/paripé de los Borbones, celebrando que ya ha acabado el bachillerato y reuniendo en Ginebra a sus padres, sus abuelos (con un Juan Carlos que se volvía a ver las caras con su ex yerno Iñaki después de cinco años), con la abuela materna y madre de su padre, Claire Liebaert, con sus hermanos Juan, Pablo y Miguel, o con sus primos Victoria Federica y Felipe Juan Froilán. Irene viajó hacia Suiza con uno de sus hermanos y su madre, la infanta en primera clase y los hijos en turista, y todos ellos han vuelto a reunirse con la ausencia destacada de los reyes Felipe y Letizia y de sus hijas Leonor y Sofía.



Pero de lo que hablan los fans de la realeza en Europa no es de esta fiestecita que quedará rápidamente en el olvido, sino de otra que tenía lugar las últimas horas con mucho más glamour que ver a Juancar y Sofía con cara de vinagre, y que ha contado con una presencia que ha eclipsado al resto. Hablamos de la fiesta que organiza cada año, como bien recuerdan en Vanity Fair, en la National Gallery de Londres, pistoletazo de salida que marca la llegada del verano. Salas y más salas llenas de celebrities, de lujo, de joyas, de vestidos, de lookazos y de VIPS de las más altas esferas. Mucho famoseo del mundo del cine, como el hijo de la actriz Elizabeth Hurley, Damian, que es director, las actrices Felicity Jones, Emily Beecham o Lily McMenamy o Bianca Jagger y también, la cantante Birdy.




Claro está que los flashes han enloquecido con otra presencia, una presencia doble que ha despertado los elogios de todos los asistentes. Dos mujeres de las que hace tiempo que se habla y que siempre que hacen acto de presencia, acaparan todas las miradas. Hablamos de dos sobrinas de Diana de Gales, las gemelas Spencer, Amelia y Eliza. Las hijas del hermano de Lady Di, Charles Spencer, a las cuales es habitual ver en numerosos desfiles de moda, que de vez en cuando también han subido ellas a la pasarela y que son como dos gotas de agua. Esta vez, sin embargo, en el festorro de Londres han hecho una elección cromática bien diferente, y así las han podido distinguir mejor. Así, a pesar de haber escogido dos vestidos que se parecían mucho, mientras Amelia se decantaba por el color blanco con un vestido vaporoso y largo hasta los pies, con mangas acampanadas y cartera de mano a juego, su hermana gemela Eliza escogía un vestido de color negro, escote en forma de v y mangas rematadas con plumas. Ah, y las dos, luciendo espectaculares joyas con esmeraldas, diamantes o rubíes.



Mismo peinado, mismo maquillaje, pendientes del mismo estilo y bellísimas las dos. Normalmente no se pierden ninguna jornada en la London Fashion Week, pero como hemos visto, cuando hay una fiesta de altos vuelos entre la jet set británica, tampoco se pierden una. Amelia y Eliza también participan a menudo en diferentes campañas de publicidad de productos de belleza y del mundo fashion, cada vez tienen más seguidores en redes y como se puede ver, tienen una retirada a su difunta y queridísima tía, probablemente, la persona más seguida, amada e icónica de Inglaterra de las últimas décadas, con permiso de la reina Isabel II.
Dos hermanas, dos gemelas, dos Spencer que ellas solas, han conseguido eclipsar a todo un grupo de Borbones y la graduación de Irene en Ginebra.