Los incendios siguen devastando grandes áreas de España. Miles de hectáreas arrasadas. El humo cubre el cielo. Los equipos de emergencia trabajan sin descanso. La situación es crítica. Y en este contexto, las actitudes de la Familia Real no han pasado desapercibidas.

El rey Felipe VI valoró desde el primer momento interrumpir sus planes. Su idea era visitar las zonas afectadas, reunirse con los bomberos, mostrar apoyo a los vecinos desplazados. Incluso pensó en volver antes a Madrid para estar junto a la reina Sofía y coordinar la respuesta institucional. Finalmente lo hizo. Este domingo visitó la Base Aérea de Torrejón, donde recibió informes de la UME y se interesó por el despliegue de recursos. Su papel, aunque simbólico en parte, buscaba enviar un mensaje de compromiso.

Felipe VI incendios

Las vacaciones son sagradas para la reina Letizia

En contraste, la postura de Letizia ha sido radicalmente distinta. La reina decidió que sus vacaciones no se tocan. Ni la gravedad de los incendios ni la presión mediática la hicieron cambiar de idea. Su ausencia, frente a la implicación visible de Felipe, ha alimentado una polémica creciente. La opinión pública no ha dejado de criticar esta actitud.

Y la controversia se extiende también a Leonor. La princesa, que ya ha asumido responsabilidades institucionales como futura jefa de Estado, tampoco ha movido ficha. No ha interrumpido sus vacaciones privadas. Una fuente cercana a Zarzuela ha sido tajante: “No sabe ni que España está ardiendo”. Una frase dura. Un golpe directo a la imagen de la heredera.

Leonor y Sofia

Leonor, en la misma línea que Letizia

Mientras su padre se dejaba ver con los equipos de extinción, Leonor disfrutaba de su primer verano libre de compromisos. Casi dos meses de descanso. Primero en un yate de lujo en las islas griegas. El alquiler rondaba los 4.000 euros diarios. Allí compartió días de sol y mar con un grupo reducido de amigos. Entre ellos, su supuesto nuevo novio, un joven de unos treinta años que empieza a ser mencionado en los círculos de la prensa rosa.

La segunda parte de sus vacaciones ha tenido otro escenario: la costa oeste de Estados Unidos. Lleva ya allí casi una semana. Esta vez sin amigos y únicamente acompañada por su “amigo especial”. Lejos de la prensa, ha encontrado el espacio perfecto para mantener un perfil bajo, explorar nuevos lugares y vivir su relación sin interrupciones. Todo esto, mientras en España se siguen contando hectáreas arrasadas y familias desalojadas.

La gran incógnita ahora es su regreso. Se espera que vuelva antes de incorporarse a la Academia General del Aire. Pero la duda permanece: ¿tendrá algún gesto de solidaridad cuando pise suelo español? ¿O preferirá cerrar el verano sin alterar su calendario de ocio? Lo cierto es que, hoy por hoy, la percepción pública no le favorece. Y la frase de la fuente de Zarzuela sigue resonando: Leonor parece ajena a que España está ardiendo.