Froilán siempre ha sido la oveja negra de los Borbón. Ha dado demasiados quebraderos de cabeza a toda la familia, especialmente a Felipe VI y Letizia que ya no sabían cómo quitárselo de en medio. El hermano de Victoria Federica no tenía mucho interés por trabajar, tampoco llegó a terminar sus estudios. Y eso que llegó a la universidad tras repetir curso en varias ocasiones y permanecer ingresado en un internado. Al hijo de la infanta Elena le apasiona demasiado la fiesta, es su perdición, y las mujeres, pero parece que no se centra con ninguna. Tiene una gran conexión con Juan Carlos I y no es algo extraño porque ambos comparten las mismas pasiones y dan los mismos problemas.
En los últimos años, el hermano de Victoria Federica participó en una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca del lujoso barrio de Salamanca en el centro de Madrid y fue desalojado de un after ilegal, con licencia de sauna, en el que se encontraron sustancias estupefacientes. Froilán siempre ha ido de fiesta en fiesta, y Felipe VI y Letizia quisieron cortar esto de raíz. Pidieron a la infanta Elena que pensara ella una solución o serían ellos quien la tomarían. Finalmente, se marchó a vivir a Abu Dabi, donde estaba el emérito. Pero cada vez pasa más tiempo en España.
Miguel Urdangarin sigue los pasos de Froilán
Con Miguel Urdangarin también querrían hacer algo así, por lo menos que se marche a Ginebra con la infanta Cristina. Es quien más quebraderos de cabeza da en estos momentos, y es que el hermano de Pablo, Juan e Irene no estudia ni trabaja. El joven terminó sus estudios de Ciencias de Mar en la universidad de Oxford, Reino Unido. Realizó unos meses de prácticas en una empresa como becario pero no le renovaron el contrato porque no se quedaron contentos con su trabajo. A partir de entonces empezó a dar tumbos. Quiso formarse como monitor de esquí pero sufrió una lesión, creó un proyecto que no le funcionó y ahora mismo vive en Madrid sin oficio ni beneficio. Además, tiene pareja y está más centrado en el amor que en sus proyectos de futuro.
Felipe VI y Letizia terminaron echando a Miguel Urdangarin de Zarzuela cansados de su actitud, y es que salía de fiesta, llegaba a altas horas de la madrugada y siempre traía a amigos a palacio. Él puede venir, pero los amigos no. No es su casa.
Ahora mismo el peor problema de Casa Real es Miguel Urdangarin, deben apartarle como sea. Piden a la infanta Cristina que se lo lleve a Ginebra, en Madrid no puede estar más tiempo.
